Seis candidatos, seis discursos
● De la bajada de impuestos de Moreno a la defensa del Gobierno de Ciudadanos, del discurso nacional de Olona al feminismo de Rodríguez, cada candidato cumplió anoche su papel esperado en el debate
Ayer noche había un guion marcado y el debate de RTVE no decepcionó. El cordón televisivo de algunas formaciones frente a Vox, el discurso sereno y sin entrar demasiado al trapo de Juanma Moreno, los lemas nacionales de Macarena Olona, que generaron algunos de los momentos de más tensión.
Minutos antes de que comenzase la noche un asesor popular dejaba un enorme taco de papeles sobre el atril de Juanma Moreno, el programa y varias infografías. El presidente los aprovechó: repitió una y otra vez gráfica en mano los datos de crecimiento del empleo, de rebajas fiscales, los 280.000 nuevos contribuyentes en Andalucía. No entró a confrontar con Vox y le dijo que “yo lo que necesito es que usted crea en Andalucía de verdad”.
Juan Marín dejó una impresión muy positiva. Defendió con datos y argumentos la política desarrollada por el Gobierno andaluz, hizo el trabajo de responder a las críticas formuladas por el resto de partidos y se presentó en todo momento como la alternativa “útil” frente a la “bronca” que supondría la llegada de la extrema derecha, advirtiendo que no va a apoyar ningún acuerdo con Vox y tampoco con el PSOE. También protagonizó algún rifirrafe con la candidata de Vox, que llegó a llamarle “felpudo de Moreno”.
Inmaculada Nieto fue de menos a más. En su línea, de discurso tranquilo y voz suave, acusó al Partido Popular de defender “políticas antiguas” y a Moreno de mentir, y reivindicó una y otra vez una mejora de los servicios públicos con tiempo para defender incluso las políticas de la ministra Yolanda Díaz.
Macarena Olona empezó hablando suave, pero se autoenmarcó en el papel del que le acusaba Marín. Lo interrumpió en su discurso hasta que el moderador le advirtió de que se iba a quedar sin tiempo, habló de la banda del Word Perfect, lanzó los mensajes habituales de Vox en clave nacional (recibiendo las críticas del resto por esa falta de alusión a Andalucía) sobre la inexistencia de la violencia de género, contra los “chiringuitos feministas” que pintan bancos de colores y reclamó la expulsión inmediata de los inmigrantes irregulares.
El habla rápida de Teresa Rodríguez le impedió transmitir de una forma más eficaz su discurso, pero enumeró una buena parte de sus puntos del programa. Justicia fiscal, industrialización sostenible, refuerzo de los servicios públicos. Y no le quedó más remedio que contrarrestar el discurso de Olona, a la que recordóo que “debe al feminismo” estar en el debate y llegó a acusar a Vox de ser “el brazo político del terrorismo machista”.