Boris Johnson sobrevive a la moción de censura interna por el ‘Partygate’
● El primer ministro británico conserva su puesto en Downing Street gracias al apoyo de 211 diputados frente a 148 en contra ● El partido ‘tory’ da un varapalo a su líder y queda dividido
El primer ministro británico, Boris Johnson, sobrevivió en el puesto a la moción de censura interna planteada por sus colegas del Partido Conservador y que ha estado motivada por el escándalo de las fiestas celebradas en su residencia de Downing Street en un periodo de la pandemia en que los ciudadanos debían cumplir estrictamente las restricciones. Ha sido el conocido como
Partygate (escándalo de la fiesta). Johnson logró 211 votos a favor y 148 en contra. La mayoría estaba en los 180 votos.
Pese al triunfo y que las normas del partido tory impiden celebrar una nueva cuestión de confianza contra Johnson hasta dentro de un año, el resultado del voto en Westminster arroja la división en las filas conservadoras y la maltrecha situación del primer ministro, que hace sólo dos años y medio obtuvo, gracias al“get Brexit done” (“que se haga el Brexit”), una mayoría absoluta arrolladora y el mejor resultado conservador en más de tres décadas.
Johnson sabía desde el domingo que ya había un número suficiente de parlamentarios conservadores (54) para iniciar la moción interna y ayer envió una carta a sus colegas de partido pidiéndoles expresamente su apoyo. En la misiva, el primer ministro sostenía que la votación sobre su liderazgo era una oportunidad para “acabar con la obsesión favorita de los medios de comunicación”, en referencia a las múltiples fiestas celebradas en tiempos de pandemia y por las cuales el propio Johnson ha sido multado.
A primera hora de la mañana de ayer, el presidente del llamado Comité 1922 (que agrupa a los diputados conservadores sin cartera), Graham Brady, confirmó que más del 15% de parlamentarios tories habían pedido por carta esta votación.
Para sobrevivir, Johnson necesitaba el apoyo de al menos la mitad de sus diputados, es decir, 180 papeletas a favor.
La creciente impopularidad del primer ministro, especialmente tras el escándalo de las fiestas en Downing Street que violaron las normas anti-covid, llevó a que se convocara es moción.
El descontento se hizo tangible el pasado viernes, cuando la multitud reunida en torno a la catedral de San Pablo por la celebración del Jubileo de Isabel II abucheó a Johnson a su entrada al templo. La votación es anónima, por lo que ministros y altos cargos del Ejecutivo podían oponerse a su líder sin que sus nombres salieran a la luz.
Para el primer ministro, la votación de censura interna supone “una oportunidad para poner fin a meses de conjeturas” sobre su futuro político, indicó antes de la misma su portavoz. “Es una oportunidad para poner fin a meses de conjeturas y permitir que el Gobierno trace una línea y siga adelante, cumpliendo con las prioridades de la gente”, aseguró.
“El primer ministro agradece la oportunidad de defenderse ante los parlamentarios y les recordará que cuando están unidos y centrados en los temas que importan a los votantes, no existe una fuerza política más formidable (el Partido Conservador)”, agregó.
El Ejecutivo había cerrado filas en torno a Johnson, con los pesos pesados explicitando su apoyo al
El gobernante celebró fiestas en su residencia durante la restricciones de la pandemia
líder, incluidos potenciales candidatos a su puesto, como la ministra de Exteriores, Liz Truss.
Sin embargo, otros destacados conservadores habían anunciado que votarían por la caída de Johnson.
La figura más relevante entre esos rebeldes es hasta ahora el diputado y ex ministro Jeremy Hunt, a quien se considera como uno de los mayores aspirantes a reemplazar al jefe de Gobierno. “La decisión de hoy es cambiar o perder. Yo votaré por el cambio”, escribió Hunt en la red social Twitter.
El ahora presidente de la comisión parlamentaria de Sanidad considera que los tories van rumbo de perder las próximas elecciones generales. “Las consecuencias de no cambiar (de líder) serán entregar el país a otros que no comparten esos valores (conservadores)”, agregó Hunt.
Otro destacado tory en reclamar la salida de Johnson es John Penrose, máximo responsable anticorrupción del Gobierno, quien ayer anunció su dimisión en una carta dirigida al primer ministro.
Desde la oposición, el líder laborista Keir Starmer se unió a las voces que reclamaban la caída de Johnson y pidió a los diputados
tories que votasen contra el primer ministro en la moción. ▼