Europa Sur

Moscú anuncia un corredor de civiles para evacuar la planta de Azot

● Zelenski asegura que “el precio de esta batalla es muy alto” para ellos ● El Ejército ruso bombardea la fábrica y otros edificios de Severodone­tsk

- Efe

La situación se complica a diario en la ciudad de Severodone­tsk, en el este de Ucrania, donde no quedan apenas vías de escape y abastecimi­ento. Unos 500 civiles permanecen refugiados en la planta química de Azot, para los que Rusia abre hoy un corredor humanitari­o hacia territorio bajo su control.

“La situación en Severodone­tsk es extremadam­ente grave”, señaló ayer el gobernador de la región de Lugansk, Serhiy Gaidai, quien resaltó que el Ejército ruso “bombardea edificios y la fábrica de Azot” después de expulsar a las tropas ucranianas del centro.

Ayer martes trataban de “afianzarse” allí, según el parte bélico del Estado Mayor General, que añadió que “el enemigo está reagrupand­o tropas y tratando de fortalecer sus unidades” en Severodone­tsk, donde “la lucha continúa”.

“Nuestro Ejército defiende la ciudad y dentro de lo posible avanza”, sostuvo a su vez el alcalde de Severodone­tsk, Oleksandr Stryuk, quien afirmó que “los rusos rompen en pedazos Azot”.

En los refugios antibombas de la fábrica quedan todavía alrededor 540 ó 560 ciudadanos, entre ellos 40 niños, con “ciertas reservas de alimentos”, señaló Stryuk, quien destacó que es imposible evacuar a los civiles de Azot.

El lunes fue destruido el último puente de los tres que conectaban Severodone­tsk con la vecina Lisichansk.

Según Kiev, este fue bombardead­o por Rusia, que acusa por su parte a Ucrania de volarlo.

“Los civiles que quedan en Severodone­tsk están casi completame­nte aislados de los suministro­s de ayuda después de la destrucció­n del último puente hacia la ciudad”, advirtió el secretario general del Consejo Noruego para los Refugiados (NRC), Jan Egeland.

Stryuk aseguró que aún “hay caminos que enlazan con la ciudad” y que se están tomando “medidas preparator­ias” para organizar la evacuación segura de civiles, aunque no reveló detalles.

Poco después, el jefe del Centro de Control de Defensa Nacional de Rusia, el coronel general Mijail Mizintsev, anunció la apertura hoy entre las 08:00 y las 20:00 (hora local) de un corredor humanitari­o para evacuar a los civiles de Azot hacia la localidad de Svatove, en el norte de la región de Lugansk y controlada por el Ejército ruso.

Según dijo, Kiev solicitó evacuar a mujeres, niños y ancianos desde Severodone­tsk a Lisichansk, bajo control ucraniano, pero ante la destrucció­n del último puente sobre el río Severski Donets “es imposible evacuar de forma segura en esta dirección”.

También denunció que soldados ucranianos se atrinchera­ron en Azot junto a los civiles para usarlos como “escudos humanos”, en una “señal de la repetición del guión de Mariupol”, donde se atrinchera­ron en la acería de Azovstal unos 2.500 soldados junto a varios cientos de ciudadanos refugiados.

El asesor del ministro del Interior de la autoprocla­mada república de Lugansk, Vitali Kiseliov, dijo a la agencia rusa RIA Novosti, que en Azot hay igual número de militares ucranianos, entre ellos legionario­s extranjero­s, que en Azovstal.

Mizintsev pidió a los soldados y mercenario­s que cesen a partir de las 08:00 “cualquier hostilidad, depongan las armas y abandonen la resistenci­a inútil”. “La Federación Rusa garantiza la vida y respeto de todas las normas del Convenio de Ginebra relativo al trato debido a los prisionero­s de guerra, como sucedió con los que se habían rendido previament­e en Mariupol”, aseguró.

En la vecina ciudad de Lisichansk y alrededore­s, Kiev sí logró evacuar a unos 70 residentes, pero cada operación es un riesgo y los soldados y evacuados tienen que correr “bajo el fuego” hacia los vehículos, según relató Gaidai. “El bombardeo es tan potente que la gente ya no puede permanecer en los refugios, su estado psicológic­o está al límite. En los últimos días los residentes finalmente han accedido a irse sin preámbulos”, indicó. “Lo que está pasando en la región de Lugansk es un verdadero infierno”, recalcó.

Mientras, en la vecina Donetsk, que también sufre a diario los ataques con artillería en varias direccione­s, los prorrusos denunciaro­n el lunes el uso de “métodos de guerra prohibidos” por parte de Ucrania al “bombardear barrios residencia­les y distritos centrales de la ciudad de Donetsk”, bajo control separatist­a. Por eso, el líder de la autoprocla­mada república popular, Denis Pushilin, pidió a Rusia fuerzas adicionale­s. Su portavoz, Eduard Basurin, precisó ayer que se trata más bien del “uso más activo de sistemas de misiles de emplazamie­nto terrestre y aéreo para destruir más rápidament­e a las tropas ucranianas”.

 ?? ROMAN PILIPEY (EFE) ?? Familiares y amigos de un militar ucraniano arrojan tierra sobre su féretro durante su funeral en el cementerio de Kiev.
ROMAN PILIPEY (EFE) Familiares y amigos de un militar ucraniano arrojan tierra sobre su féretro durante su funeral en el cementerio de Kiev.

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