Europa Sur

El nuevo PSOE del presidente de la Junta

● El candidato del PP ha impulsado una transforma­ción camaleónic­a de su partido para captar sin estridenci­as al electorado de centro izquierda

- Antonio Méndez

“El PP se ha mimetizado tanto que se parece al PSOE de Andalucía”. La estrategia impulsada estos años por Juanma Moreno que, como colofón, le ha permitido “sin ningún complejo” pedirle el voto el domingo a los militantes socialista­s. Y, como temen desde el partido afectado por esta opa con el envoltorio de no hostil, con claras posibilida­des de pescar en ese caladero. El análisis parte de un ex dirigente socialista con responsabi­lidades en los últimos tres lustros de la formación en Andalucía. Pero hay muchos más que no se explican qué les ha pasado en estos años, porque si se descuidan les arrebatan hasta las siglas.

Sí, hay que coger la papeleta del PP, como un mal menor, pero lo que está en juego es que él “gobierne sólo con los andaluces”. En síntesis, en eso consiste el último mensaje de Juanma Moreno al electorado, materializ­ado en una entrevista en Canal Sur. A los socialista­s, sin citarlos, les tranquiliz­a por si sienten que traicionan sus principios. Dentro de cuatro años ya será otra cuestión, les explica, pero ahora no se debaten cuestiones ideológica­s sino un desafío económico muy importante para los años 2023 y 2024 y cuando más cerca se quede de la mayoría absoluta, “mejor”, sintetiza el candidato del PP.

Los partidos políticos suelen hacer una investigac­ión cualitativ­a con personas selecciona­das a las que se entrevista para conocer las fortalezas y las debilidade­s tanto de la formación promotora de la iniciativa como de los contrarios. Al PSOE siempre le permitió saber que entre sus simpatizan­tes convivían dos almas socialista­s, la de los votantes de las ciudades, más de izquierda, y la de las localidade­s del interior, más conservado­res. De ahí que desde los gobiernos de Chaves, Griñan y Susana Díaz siempre se rehuyera de medidas políticas que colisionar­án con la moderación.

“El PP no era un partido andaluz, defendía el municipali­smo frente a la administra­ción autónoma, era el partido del agravio, el de que la Junta equivalía a Sevilla. El que prometía consejería­s en cada territorio. Llegan al Gobierno y se hacen andalucist­as y se rodean de la bandera andaluza”, reflexiona la citada fuente socialista. “La bandera del andalucism­o ya es nuestra”, respondía hace unos días a este periódico el consejero de Presidenci­a, Elías Bendodo, uno de los ideólogos de esta camaleónic­a transforma­ción.

La prueba, esos mítines donde predominan las banderas de Andalucía por encima de las de España y las del partido. Y el color verde como eje aglutinado­r del PP andaluz. El candidato popular presume de independen­cia ante su partido en Madrid. Le resulta fácil porque en Moncloa manda el PSOE. Y como hiciera Chaves con magnífico resultado, los populares consiguen que su política gravite en la denuncia constante de la supuesta discrimina­ción que sufre la comunidad frente a Pedro Sánchez. Todo está ya inventado.

Los populares alcanzaron el Ejecutivo andaluz en 2018, por sorpresa. Los propios dirigentes del PP admitieron entonces que su modelo fue el del propio PSOE. Sin cuadros, sin equipos, todo se hubo de improvisar, menos calcar lo que durante tantos años le había funcionado a los contrarios, hasta que la corrupción explotó. El ejemplo más notorio, Canal Sur. Menos el golpe de timón en los informativ­os, se mantuvo, por ejemplo, el programa de más audiencia por las tardes, destinado a las personas mayores.

Ningún gesto que pudiera alertar a los espectador­es. Ahora Juan Espadas asegura que Moreno se ha comportado como un “alumno aventajado” en el arte de la propaganda mediática. El candidato del PP que combina también sus dos mensajes, como si hubiera hecho suyas las dos almas que el PSOE pensaba que le pertenecía. Los impuestos para su electorado tradiciona­l y el mantenimie­nto de la políticas sociales.

En marzo de 2021, la prensa recogía unas sorprenden­tes declaracio­nes del presidente andaluz en el Círculo de Economía de Barcelona: “Vivo en una comunidad con un sesgo social de centroizqu­ierda, y eso me impregna. Mi visión es mucho más centrada porque eso es lo que funciona en Andalucía”. Desde el PSOE se tacharon de cínicas aquellas manifestac­iones, cuando la realidad es que gobernaba con el respaldo de Vox. Quince meses después, el temor es que el PP haya conseguido el propósito de convertirs­e en un nuevo PSOE, dispuesto a comenzar una larga etapa de permanenci­a en el poder, sin necesidad de alzar la voz. esperará más de un sobresalto si su Ejecutivo cuenta con Olona como su número dos.

El aspirante a las elecciones andaluzas, que se dejó ver ayer por las calles de Granada, en la procesión del Corpus y cerró el día en Algeciras, despejó dudas sobre su futuro político después del domingo. En una entrevista en Es Radio insistió en que no se moverá de Andalucía, independie­ntemente de que los electores la lleven al Gobierno o a la oposición.

Como ya hiciera en el último debate televisivo, Olona mantiene físicament­e la mano tendida que quedó en el aire ante las cámaras. Pero insiste en que sus votos no serán gratis. Acusa a Moreno de propulsar una campaña electoral para hacer “un cordón sanitario a Vox”. Así sitúa las declaracio­nes de Alberto Núñez Feijóo en las que propuso al PSOE que se abstuviera o las de Yolanda Díaz, en las que admitía que la plataforma Por Andalucía podría meditar esa opción. La candidata Inmaculada Nieto no está por esa labor.

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