Los profesores se preparan para aterrizar la ley Celaá en el aula
Ninguna comunidad ha aprobado los currículos de la Lomloe aún, que se aplicarán tras el verano
Los profesores afrontan el próximo curso el reto de aterrizar en clase los nuevos currículos de la ley Celaá sin que ninguna comunidad los haya aprobado aún, lo que añade incertidumbre a sus principales dudas: cómo quedarán las cargas lectivas de sus materias y cómo enseñar de un modo más adecuado a la adquisición de competencias. Tras aprobarse los reales decretos de enseñanzas mínimas del Ministerio de Educación, ahora son las comunidades las que deben completarlos. El Gobierno sólo fija los saberes básicos de cada materia y las horas que hay que dedicarles –el 60% para las comunidades sin lengua cooficial y el 50% para las que sí la tienen. Las modificaciones introducidas en el currículo por la ley Celaá (Lomloe), que entró en vigor en enero de 2021, comenzarán a implantarse en el año académico 2022-2023 en los cursos impares (1º,3, 5º de Primaria; 1º y 3º de Secundaria y 1º de Bachillerato).
El más de medio centenar de asesores ministeriales que han ayudado a desarrollar las nuevas enseñanzas, todos profesores en ejercicio, están trabajando para tener listo el 30 de junio las “situaciones de aprendizaje”, una de las herramientas clave para llevar a la práctica el enfoque de adquisición de competencias de la ley Celaá (menos memorístico, sin renunciar a los contenidos).
Tres de los asesores coinciden en que la mayor inquietud se centra en la concreción de las situaciones de aprendizaje, es decir, los escenarios en los que los niños tienen que demostrar de forma práctica y creativa lo que han aprendido. Se trata de conectar el aprendizaje con la vida real y que el niño sepa utilizar los conocimientos, no sólo almacenarlos o memorizarlos sin más, en convergencia con lo que pide organismos internacionales como la OCDE y la Unesco.
El retraso en la publicación de los reales decretos del Ministerio “lleva parejo” el de las comunidades que “van apuradas”, con lo que los profesores no conocen parte de los currículos del próximo curso. Sólo la Comunidad de Madrid ha complementado uno de los decretos ministeriales de enseñanzas mínimas, el de Educación Infantil.