Iberdrola multiplica por siete su valor en Bolsa en este siglo y es líder en Europa
centrada en España para operar ahora en 30 países, con presencia destacada en Reino Unido, Australia, México, Brasil y Estados Unidos. Estos dos últimos países se han convertido en la punta de lanza para seguir creciendo a cifras envidiadas por sus rivales.
El (evolución de los resultados) de Iberdrola es incontestable, con un Ebitda que se ha multiplicado casi por seis desde 2000, hasta los 12.000 millones en 2021, y con unos activos que han ido creciendo de forma orgánica y con compras bien seleccionadas hasta septuplicarse y situarse en 142.000 millones de euros.
Su presidente ha asegurado que se mantiene la previsión de beneficio neto de 4.000 a 4.200 millones de euros para este ejercicio y un dividendo por acción con un suelo en 0,44 euros.
La explicación está en la potente inversión de más de 130.000 millones en las últimas dos décadas. Iberdrola es líder en energías renovables, con cerca de 40.000 megavatios instalados y otros 90.000 en cartera. Al compás del crecimiento de beneficios, capacidad e internacionalización.
Su plantilla directa se sitúa en unos 40.000 empleados, pero es necesario multiplicar por 10 esta cifra para hallar el número de personas a las que da trabajo en conjunto, de la mano de sus proveedores.
Esta junta de accionistas será clave para la compañía, que ha incentivado la participación con un dividendo extra de 0,005 euros por acción si se alcanza un quórum de más del 70% y que cuenta con el respaldo sin fisuras del mayor
(consejero de voto) del mundo, ISS, que recomienda votar sí a todos y cada uno de los 20 puntos del orden del día.