LA ÚLTIMA SENSACIÓN COLOMBIANA
Antes de debutar como intérprete, el dos veces nominado al Grammy y cinco veces ganador del Grammy Latino, el artista colombiano escribió y produjo grandes éxitos para otros artistas. Sin embargo, fue su música la que trascendió y proporcionó felicidad a millones de personas durante una pandemia mundial. Tras lanzar dos aclamados álbumes de estudio, Por primera vez y Mis
Camilo Echeverry (Medellín, 1994) publicará en septiembre su nuevo trabajo con el título de la gira con la que regresa a España, De adentro pa afuera, y que tiene citas en Sevilla (18 de junio), Córdoba (19 de junio) y Cádiz (en el Concert Music Festival, Chiclana), el 30 de julio.
–Le preguntaba si la paternidad le había cambiado, ¿qué me dice del éxito, lo ha transformado también?
–Sí, por supuesto, muchísimo. Siento, y no entiendo, que parece que está mal visto hablar de cambiar. La gente se refiere al cambio como algo negativo, “no cambies nunca”, ¿verdad?, te dicen casi como un cumplido. Sin embargo, las cosas más sagradas e importantes de la vida te cambian, te transforman. A mí el éxito me ha cambiado, claro que sí, me ha despertado profundidades de mi oficio que no conocía y me ha llenado de motivos nuevos, me ha dado una familia gigante y motivos generadores de creatividad en mi guitarra.
–¿Y cuesta llegar?
–Cuesta, cuesta... Es un ejercicio que requiere mucha paciencia y aunque, como en mi caso, sucede en tiempos que, quizás, no son los más propicios, siempre pienso que las cosas se mueven por una fuerza mayor.
–¿Alguna vez soñó con todo lo que le está pasando en estos dos últimos años?
–Pues, como bien dices, me relacioné más con eso desde la fantasía, soñaba, cerraba los ojos y me imaginaba llenando estadios. Pero nunca lo hice desde la ambición, no me enseñaron eso en casa, y no sé si eso es bueno o es malo, pero lo que me enseñaron en mi casa es a ser feliz y a buscar esa felicidad desde la ilusión más que desde la oportunidad.
–¿Qué espera de esta gira?
–Respetar muchísimo y honrar el esfuerzo que hace la gente por venir a verme ofreciendo el mejor show que podamos dar, con el mejor montaje audiovisual y, sobre todo, con mucha honestidad y mucho amor en cada nota que se toque y en cada verso que se cante.