El ‘efecto Jesús Aguirre’
● El consejero de Salud se convierte en uno de los valores más rotundos de los populares andaluces
A estas alturas del partido, nadie duda de que el consejero de Salud, Jesús Aguirre, médico de bata y fonendo y bregado en tratar con todo tipo de personas durante años en los centros de salud, se ha convertido en uno de los principales valores del PP andaluz. Aguirre (Córdoba, 1955) proyectó al inicio del mandato una imagen de abuelo bonachón que ha sido superada con el paso de los meses, porque Aguirre, con su personalidad arrolladora, su sinceridad y su desparpajo, ha sido mucho más que eso para el PP andaluz. Es un activo político fundamental sin ser, precisamente, un político al uso.
Y tal vez eso es lo que más ha atraído al electorado, que este domingo lo respaldó en masa en la provincia de Córdoba dando a su lista unos resultados históricos: 172.811 votos –88.973 más que en 2018–, el 44,70% del total de los emitidos en la provincia.
El PP crece 22,78 puntos de sopetón y se convierte en la lista más votada en 64 de las 77 localidades cordobesas. Aguirre y los suyos han triunfado en el mundo rural, en las ciudades medias y en Córdoba capital. Es un éxito sin parangón que admite muchas lecturas: el viento a favor del PP, el descrédito de Pedro Sánchez en el Gobierno central o el voto útil emitido para frenar a la extrema derecha. Y, por qué no, también habría que enumerar la conexión establecida entre el candidato cordobés y sus votantes directos a lo largo de los meses. Aguirre habla de tú a tú. Y eso es un valor que no puede aprenderse en las escuelas de marketing político. Lo da la vida.
Su espontaneidad, su sinceridad y su desparpajo tanto en las