Garamendi celebra la apuesta de Andalucía por la moderación que evita los extremos
● Sin entrar en terreno partidista, el presidente de la CEOE cree que el triunfo de Moreno, por su perfil, facilitará que “fluya el diálogo”
La decisión de los andaluces de dar una mayoría absoluta a una opción moderada que se aleje de los extremos fue ayer celebrada por el presidente de la patronal CEOE, Antonio Garamendi, que considera que un escenario político como este puede contribuir a que la comunidad autómata siga avanzando.
Garamendi, durante su participación en el curso de verano de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) organizado por la Asociación de Periodistas de Información Económica (APIE), afirmó “con toda claridad” que le gusta que “una persona moderada gane las elecciones”. Respondía así a una pregunta de este periódico para que valorase los resultados de la elecciones autonómicas en Andalucía, que el PP ganó este domingo con mayoría absoluta, y cómo un resultado como este puede contribuir a lograr los objetivos que persiguen los empresarios.
Garamendi, que reconoció que había felicitado al presidente en funciones de Andalucía, Juanma Moreno, calificó sus resultados como “extraordinarios”.
“Sin entrar en el hecho partidista, en estos momentos, para mí, la conclusión de las elecciones es que las ha ganado un partido moderado”, afirmó el presidente de la CEOE, que añadió que le “da igual” que el parido ganador “sea de un lado o de otro”, pero lo prefiere “frente a los extremos”, dado que el triunfo de una opción moderada facilita que “fluya el diálogo entre las partes”.
El jefe de la patronal española también se declaró defensor de la “alternancia”, porque es lo ha pedido toda su vida. “Si algo ha funcionado en España es la alternancia”, por lo que la “magnífica” porque “la moderación es la que nos hace avanzar”.
Reiteró que los empresarios no hacen política, sino que cumplen la función marcada en la Constitución como agentes sociales. En ese sentido, destacó que los empresarios trabajan con el Gobierno legítimo que está en la Moncloa con la responsabilidad que tienen.
En esa línea, al Ejecutivo central Garamendi le hizo un llamamiento para que solucione cuanto antes la crisis abierta con Argelia, porque afecta a las relaciones comerciales con las empresas españolas con intereses en ese país.
Garamendi no se anduvo por las ramas y afirmó que los empresarios están “muy preocupados” con el “problema” con Argelia, por lo que pidió al Gobierno que “por favor solucione” y con “urgencia”.
Y es que Garamendi se mostró crítico con el papel jugado por el Ejecutivo. Así dijo que “en política exterior” es recomendable “conseguir molestar menos y actuar más”.
El presidente de la patronal señaló que, a su juicio, con Argelia, existen dos problemas diferentes, uno el del suministro del gas, y otro “muy gordo”, como son las ventas de España a Argelia, que ascienden a 4.000 millones de euros.
Del gas dijo que representa el 50% del que importa España, por lo que concede mucha importancia al conflicto con Argelia.
Respecto de las ventas española a este país del Magreb, Garamendi dijo que provienen de pequeños y medianos empresarios, a los que el cierre de mercados les ocasiona un “impacto brutal”. Por eso considera esta crisis un tema “muy serio” y reclamó que en la política exterior se tomen iniciativas que antes tienen que ser “pactadas”.
El dirigente patronal añadió que están manteniendo reuniones con empresarios de sectores afectados, con el Ministerio de Asuntos Exteriores, entre otros actores implicados. También se congratuló de que “afortunadamente” han conseguido que hasta el 9 de junio se haya hecho frente a los pagos pendientes.
“Argelia está ahí al lado” y es un país “muy importante para España”, enfatizó Garamendi, quien lamentó que la situación creada supone un problema “no se va a arreglar en unos días”.
Otro asunto abordado por Garamendi en su participación en el curso de verano fue la actualización salarial en un contexto de creciente inflación.
Como en otras ocasiones precedentes, el presidente de CEOE rechazó el criterio de indexarlos al alza de los precios, y reclamó por ello un pacto de rentas que incluya a todas las rentas, también las de capital que se han visto mermadas por la inflación.
Respecto de la reforma de las pensiones, también se mostró contrario a que se actualicen con el Índice de Precios al Consumo (IPC) sin que exista un mecanismo de sostenibilidad para el sistema. “Cada punto que se suban las pensiones, habría que añadir unos costes de la Seguridad Social de unos 18.000 millones de euros”, avisó. Por eso se mostró a favor de que vuelva a reunirse el pacto de Toledo, para que tome una decisión “responsable”, en referencia a esa factor de sostenibilidad que no se ha aplicado.