La ONU, “totalmente movilizada” para ayudar al país
La ONU está “totalmente movilizada en Afganistán para proveer ayuda tras el terremoto, según aseguró el secretario general, António Guterres. En un comunicado, Guterres afirmó sentirse muy apenado por el pueblo afgano, “que ya sufre el impacto de años de conflicto, estrechez económica y hambre”, pero destacó que “nuestros equipos están ya en el terreno evaluando las necesidades y proveyendo asistencia de emergencia”. El secretario general pidió a la comunidad internacional que ayude a los miles de familias afectadas por el terremoto, porque “ahora es el momento de la solidaridad”. A este llamamiento se sumó Estados Unidos, que anunció que el presidente Joe Biden dio orden a las agencias humanitarias de su país que evalúen opciones para ayudar a los damnificados en el terremoto. La Casa Blanca recordó que su país es el principal donante individual de ayuda humanitaria a Afganistány afirmó que los socios humanitarios de EEUU ya están ofreciendo atención médica y suministros para dar cobijo a los afganos sobre el terreno.
La tragedia castigó sobre todo a Gayan, en Paktika, donde según la OCHA “hasta 1.800 viviendas resultaron destruidas o dañadas (...) lo que representa el 70%” de las edificaciones de ese distrito.
Para acelerar las labores de rescate y el traslado de heridos a los hospitales más cercanos, cinco helicópteros del ministerio de Defensa afgano, más de 50 ambulancias y múltiples equipos de trabajadores sanitarios han sido desplegados en Paktika y Khost. Sin embargo, las fuertes lluvias y el viento que azotan la zona no permitieron que varios de los helicópteros aterrizaran ayer por la tarde, continuó la OCHA, por lo que el traslado de los heridos a los centros hospitalarios se están llevando a cabo por carreteras convencionales que han sido cortadas al tráfico privado.
El representante de Unicef en Afganistán, Mohamed Ayoya, alertó de la situación de vulnerabilidad en la que el terremoto deja a miles de niños.
La ayuda humanitaria ya era un asunto vital en Afganistán, inmerso en una crisis humanitaria desde la llegada de los islamistas al poder hace casi un año, y las sanciones internacionales. Con escasos recursos, los talibanes tenían problemas para atender las necesidades básicas del país, y más aún las grandes emergencias.
Al seísmo se suman además las lluvias torrenciales que afectan desde hace días a ocho de las 34 provincias afganas, incluida Paktika, con al menos once muertos y 50 heridos, y más de 500 casas destruidas, según el ministerio de Gestión y Respuesta de Desastres.
Algunas de las mayores catástrofes en Afganistán provocadas por terremotos ocurrieron en 1998 en el norte del país, cuando en febrero dos terremotos de 5,9 y 6 grados causaron la muerte de unas 4.000 personas. Pocos meses después, a finales de mayo, un seísmo de 7 grados volvió a sacudir la zona y causó unos 5.000 muertos.
Las lluvias torrenciales que sufre el país, tras un año de sequía, complican las tareas de rescate