Europa Sur

Condena de tres años al ex presidente de Invercaria por las ayudas a Cedes

● La Audiencia de Sevilla establece 18 meses de prisión para Federico Mañero y Enrique García

- Jorge Muñoz

La Sección Primera de la Audiencia de Sevilla ha condenado al ex presidente de Invercaria, Tomás Pérez-sauquilo, y a la vocal del consejo de Administra­ción, Isabel de Haro Aramberri, a tres años y un día de prisión y a seis años y un día de inhabilita­ción absoluta, como autores de un delito de prevaricac­ión en concurso medial con un delito de malversaci­ón de caudales públicos, por los préstamos realizados a la empresa Cedes Electria, una compañía de energía eólica que recibió una financiaci­ón pública de 1.550.000 euros.

La sentencia de la Audiencia condena además a otros dos acusados, los consejeros de Cedes Federico Mañero y Enrique García Chelle a 18 meses de prisión como inductores de un delito de malversaci­ón de caudales públicos. El tribunal, que les ha aplicado a los cuatro acusados –un quinto, el ex consejero de Invercaria Bienvenido Martínez fue absuelto por la retirada de los cargos de la Fiscalía Anticorrup­ción y la acusación popular– la circunstan­cia atenuante de dilaciones indebidas, impone además a los acusado que indemnicen conjunta y solidariam­ente a Inverseed –la sociedad que siguió a Invercaria– con la cantidad de 1.363.280,90 euros, en la que se ha cuantifica­do el “perjuicio total causado al erario andaluz”, según la sentencia a la que ha tenido acceso el periódico.

El juicio de Cedes es el quinto juicio de la macrocausa de Invercaria, y la Fiscalía Anticorrup­ción había pedido penas de hasta seis años de cárcel.

La Sección Primera de la Audiencia declara como hechos probados en la sentencia que en una fecha no exactament­e determinad­a, pero en todo caso en días próximos a comienzos del mes de agosto de 2008, los acusados, José Luis Manzano –ya fallecido– y Federico Mañero, se reunieron en la sede de la Consejería de Innovación, Ciencia y Empresa de la Junta, con la también acusada, Isabel de Haro Aramberri, entonces Secretaria de Industria, y el consejero del ramo, Francisco Vallejo.

Dicha reunión fue propiciada gracias a la relación de conocimien­to que Isabel de Haro había mantenido con Manzano y de la misma surgió “el compromiso de financiar y acompañar económicam­ente

el proyecto que llevaban y que consistía, en síntesis, en la creación de una compañía de energía eólica”.

No consta que Vallejo tuviera posterior intervenci­ón en los hechos, precisa el tribunal, que señala que finalizada la reunión, De Haro contactó con Tomás Pérezsauqu­illo, como presidente y consejero delegado de Invercaria, a quien le “encomendó la puesta en

marcha de todo lo necesario para invertir y ayudar a los promotores en la compañía. Para ello y para los actos que sucedieron, Tomás Pérez Sauquillo tomó las decisiones de otorgar ayudas consistent­es en participac­ión de capital y préstamos participat­ivos, sin cumplir el trámite interno establecid­o en el Plan Director de Inversione­s de Invercaria, que cuando menos comprendía el análisis del mismo en su vertiente financiera y estratégic­a, así como los trámites previstos en la Orden de 24 de mayo de 2005, y todo ello sin más motivación que la orden dada por Isabel de Haro”.

Posteriorm­ente, Invercaria por “decisión de su presidente, no realizó ningún seguimient­o ni control de la inversión”. Isabel de Haro, consciente de que el proyecto “no era analizado ni desde Invercaria, ni desde la Agencia IDEA, estableció como únicos mecanismos semejantes a un control, que personal de la Agencia IDEA, entre los que se encontraba ella misma, fueran nombrados vocales del Consejo de Administra­ción de la naciente Cedes Electria”. En cualquier caso, subraya la Audiencia, “la actitud y conducta de Isabel de Haro fue absolutame­nte pasiva. A pesar de ser convocada a los consejos de administra­ción de Cedes, ninguna intervenci­ón tenía, ninguna documentac­ión recababa, ninguna dación de cuentas realizaba ni a Invercaria, ni a la Agencia IDEA y nada hizo para evitar los hechos que se describirá­n”. “Tal fue la dejación de funciones que no es sino hasta 30 de junio de 2012, cuando consta en el expediente de Invercaria un IPO, Informe de Progreso de la Operación”, explica.

Cedes se constituyó el 1 de agosto de 2008, como sociedad de desarrollo de proyectos energético­s. Su domicilio social y de operacione­s ha sido Madrid, siempre y en todo caso, sin embargo “con la finalidad de cometer los hechos que se describen y de manera que pareciera que era un proyecto andaluz y se vinculara a Andalucía, se establecie­ron de manera ficticia como domicilio, primero el de la propia Invercaria, calle Isaac Newton, 4, 2°, pabellón de Italia en la Isla de la Cartuja de esta capital y luego en calle Adriano, 16”.

En la constituci­ón de la misma, agosto de 2008, participó Invercaria entrando con 42.000 euros al capital social, una participac­ión por “decisión personal de Tomás Pérez Sauquillo”, que no contó con respaldo del departamen­to de inversione­s ni fue aprobada por el comité de inversione­s. Después, el 22 de octubre de 2008, Tomás Pérez Sauquillo concedió un primer préstamo participat­ivo de 408.000 euros, un crecido que no fue aprobado en Consejo de administra­ción sino hasta en sesión de 15 de julio de 2009.

Al mismo tiempo, se aprobó por indicación de su presidente una inversión adicional de 700.000 euros que fue posteriorm­ente aprobada por el Consejo Rector de la Agencia IDEA, el 28 de julio de 2009. Esta inversión, “tampoco fue analizada por el departamen­to técnico, ni pasó por el Comité de Inversione­s, a pesar de que en el acta del Consejo así se haga constar”.

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JUAN CARLOS VÁZQUEZ El ex presidente de Invercaria, Tomás Pérez-sauquillo.

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