La Iglesia descarta abrir archivos de forma generalizada por los abusos
● La Conferencia Episcopal asegura que el 80% de los casos de pederastia han prescrito ya ● No obstante, sí darán información sobre casos concretos que requiera el Defensor del Pueblo
La Iglesia no abrirá de manera generalizada sus archivos para investigar los abusos a menores, aunque sí está dispuesta a dar información sobre casos concretos que le requiera la comisión creada por el Defensor del Pueblo, una investigación en la que los obispos no participarán al estar limitada al ámbito eclesial. Así lo avanzó ayer el secretario general de la Conferencia Episcopal Española (CEE), Luis Argüello, que aclaró los motivos por los que la Iglesia, de manera institucional, no va a participar en la comisión de investigación encomendada al
Defensor del Pueblo. “No nos parece muy correcto que se haya puesto sólo la mirada en los casos de abusos de la Iglesia”, explicó Argüello, que se remitió al informe de la Fundación Anar que revela un incremento del 80% en los abusos a menores.
Criticó que, “siendo una problemática social tan grave”, el Congreso se dirija al Defensor solicitando que se investigue solamente a la Iglesia católica. “No nos parece oportuno. Tenemos esa reserva”, señaló.
En cuanto a la manera en la que piensan colaborar con la investigación, el portavoz de la CEE advirtió de que no están dispuestos a una apertura generalizada de los archivos canónicos. “No lo haría ninguna organización”, justificó.
Consideró Argüello, en cualquier caso, que se ha generado una expectativa sobre los archivos que no corresponde a la realidad. “Parece una película medieval, que van a entrar en un archivo y se van a encontrar algo como en algo oculto y secreto y no, las cosas son mucho más sencillas”.
Así, la Iglesia ofrecerá información de casos concretos de religiosos acusados que se requieran y que sea necesario conocer su historial eclesial. “Colaboraremos
en aquello que se nos pida y corresponda a las reglas del juego establecidas en el ámbito civil y canónico”, resumió.
Argüello detalló que de los casos conocidos hasta la fecha –entre los que se encuentran los denunciados a las diócesis y los publicados por el 80% de ellos son anteriores a los años 80, es decir, tienen una antigüedad superior a 40 años y están prescritos desde el punto de vista civil y penal. Además, continuó Argüello, la mayoría de los acusados ya han fallecido y los superiores que estaban cuando ocurrieron los hechos “ya no están”.
El secretario general de la CEE opinó que las cosas “no se están haciendo muy mal” cuando de este siglo XXI sólo hay documentados nueve casos de abusos y solo uno afecta a una diócesis, mientras que otros seis están juzgados y han quedado absueltos porque los delitos han prescrito y otro está actualmente en los tribunales. Argüello contrapuso estas cifras con los “miles de casos” que se dan en otros ámbitos de la sociedad.
“Estamos haciendo un camino, tenemos mucho dolor por lo sucedido, que afecta a nuestra credibilidad moral y por eso llevamos años dando cuentas y pasos adelante”, zanjó el portavoz de los obispos.