Las legiones de los muertos
BIBLIOTECA CONAN. LA ESPADA SALVAJE DE CONAN, 12
Roy Thomas y otros.
Panini. 176 páginas.
Para los que no puedan seguirle el ritmo a las reediciones en formato de
esta
La Espada Salvaje de Conan es una bendición. Cada tomo recopila la mitad del contenido de lo otro, lo que permite, digamos, ir financiando la compra, y resulta en unos volúmenes más ligeros y manejables a la hora de la lectura. De momento, Panini ha publicado doce números de la Biblioteca Conan
(especiales a color aparte), el último de los cuales se titula
Son los números 37, 38 y 39 de
publicados originalmente en 1979, lo que significa que seguimos disfrutando de la mejor etapa del personaje en Marvel, la primera del escritor Roy Thomas.
La cosa comienza con
adaptación libre de un texto de Robert E. Howard, historieta ambientada en Turán, en el desierto contiguo al Mar de Vilayet, que cuenta con dibujos de Sal, el menor de los Buscema, y tintas del filipino Rudy Nebres, otro más de una cantera que, allá por los setenta, parecía inagotable. Sigue la adaptación de
el relato corto
de Howard y L. Sprague de Camp, una fenomenal historia de piratería (y todo lo que cabe esperar de una historieta de Conan), de los tiempos de la Hermandad Roja, agraciada por los bocetos del otro Buscema, John, y tintas del gran Tony De Zúñiga. Y cierra
en la que De Zúñiga completa los lápices de Sal Buscema. Esta última historieta retrocede en el tiempo y completa una parte de la biografía fragmentada que fue desarrollando Marvel en las distintas series del cimerio. Tomando como base el relato homónimo de L. Sprague de Camp y Lin Carter, Thomas narra las aventuras del joven Conan en Hiperbórea, su lucha contra la brujería y los no muertos y su captura por parte de los siniestros norteños, que acaban esclavizándolo. Para redondear el tomo, van también algunos extras, como las portadas a color de las tres revistas aquí incluidas.
es una acertadísima mezcla de terror y superhéroes, truculenta, sofisticada y sorprendente. El mérito cabe atribuírselo al guionista Al Ewing, en perfecta sintonía con el dibujante Joe Bennett, pero también al propio carisma del monstruo verde de Marvel, que solo necesita de un poco de cuidado artístico para reventar el mercado. Este cuarto tomo de la colección compila los números 16 a 20 de
(2019), en los que asistiremos a la búsqueda del primer sidekick de Hulk, el fallecido Rick Jones. Pero, claro, si Hulk no puede morir, ¿quién asegura que Jones vaya a permanecer mucho tiempo en su tumba?