Europa Sur

Las historias de ‘La Clave’

● José Luis Balbín se trajo el formato a España en 1975 cuando estaba en París de correspons­al

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Francisco Andrés Gallardo

“La bata de cola no me la quito ni queriendo, ese es mi sello. Moriré con ella, no en el escenario. Pero a lo mejor pido que en la caja me la metan... la bata de cola”. Lola Flores dijo el 23 de noviembre de 1984 una de sus frases que quedaron para la posteridad, un instante de frescura en un debate que transcurrí­a por los típicos momentos de rigor y seriedad de análisis que distinguie­ron al programa de José Luis Balbín, fallecido este miércoles. La caja y la bata de cola de Lola fue uno de esos segundos que pasan a la posteridad y al recuerdo porque hubiera sido improbable que otro invitado en las sillas enfrentada­s de se hubiera atrevido a dejarse caer con una ironía así.

En aquella entrega, titulada

la herencia de la copla en una democracia que miraba a Europa era el asunto que trataba y por supuesto aquella noche con Paquita Rico, Marifé, Juanito Valderrama o Manuel Vázquez Montalbán quedó de manifiesto que la banda sonora de unos años difíciles estaba vigente para llevarla como legado a otras generacion­es. La sosegada radiografí­a de

(al margen de la película el debate ocupaba algo menos de un

unas tres horas, una extensión inaudita entonces), entre seis o más comparecie­ntes sin pisarse demasiado, trataba de asuntos aún delicados en los años de consolidac­ión de la democracia, como (en enero de 1980), o la mirada más incómoda sobre el fútbol o la propia televisión. Hasta el verano de 1983 no se aborda, por ejemplo, el tema de

En el tema siempre era de interés, y si algún espectador creía que no era así, los propios invitados lo convertían en interesant­e. En mayo de 1983 el extenso programa de la Segunda Cadena trataba de

por si los conciertos estivales habían domesticad­o la canción protesta y ahí se encontraba­n Luis Eduardo Aute o el crítico musical de TVE Carlos Tena. En febrero de dicho año el alcalde cordobés Julio

Anguita tiene su primera gran aparición nacional en la noche de los

Si la transición se culmina con la victoria socialista de octubre de 1982, TVE puede autoafirma­rse como la cadena de prestigio de un país democrátic­o cuando el 1 de octubre, con motivo de las elecciones, coincidier­on en en dos viernes, Alfonso Guerra (PSOE), Landelino Lavilla (UCD), Manuel Fraga (AP), Santiago Carrillo (PCE), Agustín Rodríguez Sahagún (CDS), el andalucist­a Luis Uruñuela, Miquel Roca (CIU) y Xabier Arzallus (PNV).

El formato de José Luis Balbín fue icono de la transición y se encargó en plena agonía de Franco tomando como modelo un programa de la segunda cadena francesa,

Aquí, .Un debate precedido de una película temática. Una mecánica tan sencilla como imprevisib­le. Balbín propuso la idea francesa cuando era correspons­al en París. ss vino de allí con la carpeta, y se lo aceptó como director de contenidos Jesús

Sancho Rof, que sería ministro de Sanidad y acudiría al propio programa para hablar una noche de

El primer tema, con el estreno en enero de 1976, sin saber qué iba a ser del sistema político en España, fue Y llegarían otros como o que causaban enfrentami­entos a pie de calle, como para abrir el melón en la televisión. Como era en la Segunda Cadena (no llegaba a media Andalucía entonces), era un poco más fácil e impensable para los espectador­es más inmovilist­as.

Cuando se dio vía libre a un espacio donde incluso los espectador­es podían dejar sus preguntas (selecciona­das, sin que entrara nadie de fuera en directo) era porque los directivos de TVE pensaban que en el fondo no lo iba a ver nadie. Pero, como refugio refrescant­e, pese a tanto humo de nicotina, despertó un interés impensable. Su primer rival en la parrilla fue la película de estreno de

En su primer trimestre, con Arias Navarro de presidente del Gobierno, se reveló con su potencial y el carácter disidente de las opiniones enfrentada­s. Hubo incluso una entrega que no llegó a emitirse por la censura.

no volvería hasta después del harakiri de las Cortes.

Y el programa de Balbín tenía un interés extra por sus heterodoxa­s aparicione­s, con sus participan­tes extranjero­s con intérprete, en mesas que nunca querían que fueran amañadas o sospechosa­s por ausencias. Al contrario, lo importante eran las presencias, como la del dirigente socialista sueco Olof Palme o el escritor Truman Capote, invitado a Prado del Rey para hablar en 1979 de

El astronauta Neil Armstrong, siete años después de llegar a la luna, aparecía en el plató de TVE en 1976 para hablar de

Si era por cuestión de igualdad (no se planteaba por entonces) también estuvieron La Pasionaria o la ministra republican­a Federica Montseny.

por tanto, iba por delante de la propia sociedad, de ahí que mantuviera el prestigio brillante aunque se cayera en momentos

agitados de la transición y se instalara a partir de 1978 como un ejemplo de normalidad democrátic­a y cayera mal a los de UCD cuando estaban en el gobierno y a los del PSOE cuando Alfonso Guerra estaba en la Moncloa (que era quien quería tener sujeta la TVE del monopolio). Su cancelació­n en la Navidad de 1985 por tratar de “La Movida nacional” y cambiar de la música a la política fue el motivo para que Balbín fuera despedido y hasta llegó a darse la excusa de su caída de audiencia cuando no había audímetros. Pero sí fueron los índices de audiencia los que lo llevaron por delante en la baralla de Antena 3 en 1993. Desapareci­ó definitiva­mente de la pantalla tras 560 largas noches.

La memoria de está acompañada a la sintonía de timbales de Carmelo Bernaola, una melodía de Hitchock que de por sí todavía despierta inquietud. Invitaba a la gravedad para meterse en los diálgoos aunque en pantalla apareciera­n los contertuli­os departiend­o

Entre los más ilustres invitados de Balbín figuran Neil Armstrong o Truman Capote

de pie, relajados, antes de que Balbín y su pipa (los invitados también fumaban en el plató) instara a ocupar la silla.

Y en cuestión de selección cinematogr­áfica, Carlos Pumares, que en Antena 3 Radio llevaría el programa posterior a José María García, crítico iracundo, era quien proponía la película y se enfrentaba cada semana al problema de no poder contar con lo que tenía en la cabeza y, por cuestión de derechos y de precio, se conformarb­a con títulos clásicos, otros menores, lo que tenía su interés para el público más sibarita. Por allá apareció

cuando estaba aún reciente su conflictiv­o estreno y también, para hablar de los Juegos Olímicos, con el

sobre el Berlín 1936 de Leni Riefenstah­l. Por entonces una simple película era un éxito en TVE, así que un filme programado con intención, mucho más. Para los que aún se preguntan qué pasaba con los serios contertuli­os que aparecían en el prólogo y debían esperar a seguir el debate tras el cine, la película se ofrecía en la pantalla de una sala mientras tomaban unos aperitivos a la espera de volver a plató. El debate empezaba realmente ahí. Cuando cualquier contenido en directo en T VE era un acontecimi­ento del que temían los que querían controlar la propia televisión.

 ?? RTVE ?? José Luis Balbín como moderador en una de las entregas de ‘La Clave’.
RTVE José Luis Balbín como moderador en una de las entregas de ‘La Clave’.
 ?? RTVE ?? Fraga en el debate electoral del 82.
RTVE Fraga en el debate electoral del 82.
 ?? RTVE ?? Neil Armstrong en ‘La Clave’, 1976.
RTVE Neil Armstrong en ‘La Clave’, 1976.
 ?? RTVE ?? El escritor Truman Capote, 1979.
RTVE El escritor Truman Capote, 1979.

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