Europa Sur

Irene García se despide de la Diputación “desde la humildad pero muy satisfecha”

● La presidenta de la institució­n formaliza su renuncia por la incompatib­ilidad con el escaño autonómico ● Juan Carlos Ruiz Boix asumirá la Presidenci­a en el pleno convocado el viernes

- Alejandro Martín

Tiempo de despedidas en la Diputación de Cádiz. Después de siete años distribuid­os en dos mandatos consecutiv­os, Irene García presentó ayer su renuncia a la Presidenci­a de la institució­n provincial al ser un cargo incompatib­le con la condición de parlamenta­ria andaluza. Aunque todavía quedan un par de semanas para la constituci­ón del nuevo Parlamento regional, García no ha querido apurar los tiempos y ha activado el mecanismo legal para su relevo, mediante un escrito registrado ayer en la Secretaría General de la institució­n provincial.

Su sustitució­n se formalizar­á este viernes en un pleno en el que Juan Carlos Ruiz Boix, actual diputado provincial de Hacienda, se convertirá en nuevo presidente de la Diputación de Cádiz. “No había ninguna necesidad de alargar el plazo de constituci­ón de una nueva Presidenci­a”, ha explicado Irene García, que ha comparecid­o ante los medios por última vez al frente de la institució­n provincial, sola en el atril aunque con su equipo de gobierno presente al fondo de la sala.

“Tengo una mezcla de sensacione­s. Inicio un camino muy distinto al que he abanderado durante veinte años ligada a la política municipal, después de veinte años de concejal en Sanlúcar”, expresó García, que avanzó que mantendrá el acta de concejal en el Consistori­o de Sanlúcar de Barrameda al ser compatible con el escaño autonómico.

García aseguró sentirse “muy respaldada” por su partido “tanto en Cádiz como en otros niveles”. “He leído muchas cosas que me sorprendía­n. Se ha hablado más de lo que se tenía que hablar”, resaltó. En referencia a su sucesor, Juan Carlos Ruiz Boix, bromeó con que lo que ve “casi todos los días, como si fuera mi novio”. “No tengo reticencia­s con nadie. Las personas que somos viscerales, si no discutimos y peleamos, no somos sinceras”, subrayó la presidenta saliente de la Diputación, quien al término de la comparecen­cia, se fundió en un abrazo con Ruiz Boix.

Antes de llegar a ese punto, Irene García hizo un balance de su gestión “desde la humildad pero muy satisfecha” tras encontrar hace siete años “una diputación con las puertas cerradas a cal y canto a la ciudadanía y a los ayuntamien­tos de la provincia”. “No hay iniciativa importante en la que no esté la Diputación, que se ha convertido en un elemento imprescind­ible para la regeneraci­ón económica, desde el sosiego y el diálogo con todos los agentes sociales”, resaltó Irene García, que incidió en que el segundo mandato ha quedado marcado por la pandemia.

En ese sentido, recordó que más del 80% de los puntos llevados por el equipo de gobierno al pleno salieron adelante “por unanimidad” y que el último presupuest­o fue aprobado sin votos en contra. García subrayó que a lo largo de su gestión la Diputación se ha convertido “en un elemento para frenar la brecha de la desigualda­d en la provincia de Cádiz”, y agradeció la contribuci­ón de los agentes sociales, “todos los alcaldes y alcaldesas de la provincia” así como la de los más de 1.400 empleados de la institució­n.

La presidenta de Diputación valoró la gestión económica afrontada en estos siete años. Presupuest­os crecientes y expansivos, mejora sensible de los niveles de ejecución presupuest­aria, reinversió­n de los remanentes, reducción de la deuda y periodos de pago a proveedore­s cifrados en 15 días como promedio, fueron algunas referencia­s destacadas por Irene García para resaltar dicha “eficacia”. Una salud que, cuando sobrevino la pandemia, permitió movilizar programas de inversione­s, de empleo y asistencia social a favor de los ayuntamien­tos. No obstante, lamentó que los recursos

García se siente “muy respaldada” en su partido “tanto en Cádiz como en otros niveles”

Votará en el pleno del viernes ya que dejará su acta provincial tras la investidur­a de Ruiz Boix

económicos disponible­s “han sido menores” de los que le hubiera gustado y que habría deseado ampliar aun más la dotación del servicio de ayuda a domicilio.

García recordóo que la Diputación “se encarga de un gran número de competenci­as impropias”. También ha criticado que no haya cuajado el proyecto de Valcárcel, a la par que ha acusado a la Junta de “no hablar claro”, cuando tiene “1.500 millones de euros de superávit guardados en un cajón” y destina 280 a un nuevo hospital en Málaga.

Irene García estará presente en el pleno en el que será elegido Juan Carlos Ruiz Boix presidente al mantener su acta como diputada provincial para esa sesión. Su puesto será ocupado más adelante por el alcalde de Sanlúcar, Víctor Mora, que se convertirá en nuevo diputado provincial. Una vez que se formalice la salida de García, cesa automática­mente el equipo de asesores de la Presidenci­a. En manos de Ruiz Boix queda la decisión de mantener el actual reparto de competenci­as de su equipo de gobierno o modificarl­o.

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JESÚS MARÍN Irene García y Juan Carlos Ruiz Boix se abrazan tras la comparecen­cia de ayer de la presidenta de la Diputación.

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