Irene García se despide de la Diputación “desde la humildad pero muy satisfecha”
● La presidenta de la institución formaliza su renuncia por la incompatibilidad con el escaño autonómico ● Juan Carlos Ruiz Boix asumirá la Presidencia en el pleno convocado el viernes
Tiempo de despedidas en la Diputación de Cádiz. Después de siete años distribuidos en dos mandatos consecutivos, Irene García presentó ayer su renuncia a la Presidencia de la institución provincial al ser un cargo incompatible con la condición de parlamentaria andaluza. Aunque todavía quedan un par de semanas para la constitución del nuevo Parlamento regional, García no ha querido apurar los tiempos y ha activado el mecanismo legal para su relevo, mediante un escrito registrado ayer en la Secretaría General de la institución provincial.
Su sustitución se formalizará este viernes en un pleno en el que Juan Carlos Ruiz Boix, actual diputado provincial de Hacienda, se convertirá en nuevo presidente de la Diputación de Cádiz. “No había ninguna necesidad de alargar el plazo de constitución de una nueva Presidencia”, ha explicado Irene García, que ha comparecido ante los medios por última vez al frente de la institución provincial, sola en el atril aunque con su equipo de gobierno presente al fondo de la sala.
“Tengo una mezcla de sensaciones. Inicio un camino muy distinto al que he abanderado durante veinte años ligada a la política municipal, después de veinte años de concejal en Sanlúcar”, expresó García, que avanzó que mantendrá el acta de concejal en el Consistorio de Sanlúcar de Barrameda al ser compatible con el escaño autonómico.
García aseguró sentirse “muy respaldada” por su partido “tanto en Cádiz como en otros niveles”. “He leído muchas cosas que me sorprendían. Se ha hablado más de lo que se tenía que hablar”, resaltó. En referencia a su sucesor, Juan Carlos Ruiz Boix, bromeó con que lo que ve “casi todos los días, como si fuera mi novio”. “No tengo reticencias con nadie. Las personas que somos viscerales, si no discutimos y peleamos, no somos sinceras”, subrayó la presidenta saliente de la Diputación, quien al término de la comparecencia, se fundió en un abrazo con Ruiz Boix.
Antes de llegar a ese punto, Irene García hizo un balance de su gestión “desde la humildad pero muy satisfecha” tras encontrar hace siete años “una diputación con las puertas cerradas a cal y canto a la ciudadanía y a los ayuntamientos de la provincia”. “No hay iniciativa importante en la que no esté la Diputación, que se ha convertido en un elemento imprescindible para la regeneración económica, desde el sosiego y el diálogo con todos los agentes sociales”, resaltó Irene García, que incidió en que el segundo mandato ha quedado marcado por la pandemia.
En ese sentido, recordó que más del 80% de los puntos llevados por el equipo de gobierno al pleno salieron adelante “por unanimidad” y que el último presupuesto fue aprobado sin votos en contra. García subrayó que a lo largo de su gestión la Diputación se ha convertido “en un elemento para frenar la brecha de la desigualdad en la provincia de Cádiz”, y agradeció la contribución de los agentes sociales, “todos los alcaldes y alcaldesas de la provincia” así como la de los más de 1.400 empleados de la institución.
La presidenta de Diputación valoró la gestión económica afrontada en estos siete años. Presupuestos crecientes y expansivos, mejora sensible de los niveles de ejecución presupuestaria, reinversión de los remanentes, reducción de la deuda y periodos de pago a proveedores cifrados en 15 días como promedio, fueron algunas referencias destacadas por Irene García para resaltar dicha “eficacia”. Una salud que, cuando sobrevino la pandemia, permitió movilizar programas de inversiones, de empleo y asistencia social a favor de los ayuntamientos. No obstante, lamentó que los recursos
García se siente “muy respaldada” en su partido “tanto en Cádiz como en otros niveles”
Votará en el pleno del viernes ya que dejará su acta provincial tras la investidura de Ruiz Boix
económicos disponibles “han sido menores” de los que le hubiera gustado y que habría deseado ampliar aun más la dotación del servicio de ayuda a domicilio.
García recordóo que la Diputación “se encarga de un gran número de competencias impropias”. También ha criticado que no haya cuajado el proyecto de Valcárcel, a la par que ha acusado a la Junta de “no hablar claro”, cuando tiene “1.500 millones de euros de superávit guardados en un cajón” y destina 280 a un nuevo hospital en Málaga.
Irene García estará presente en el pleno en el que será elegido Juan Carlos Ruiz Boix presidente al mantener su acta como diputada provincial para esa sesión. Su puesto será ocupado más adelante por el alcalde de Sanlúcar, Víctor Mora, que se convertirá en nuevo diputado provincial. Una vez que se formalice la salida de García, cesa automáticamente el equipo de asesores de la Presidencia. En manos de Ruiz Boix queda la decisión de mantener el actual reparto de competencias de su equipo de gobierno o modificarlo.