Cruce de acusaciones por el ataque al centro comercial
● Kiev busca más víctimas en Kremenchuk y Moscú aclara que bombardeó un arsenal anexo ● Medvedev amenaza a la OTAN con la III Guerra Mundial
Al menos ocho personas murieron y otras 21 resultaron heridas ayer durante un bombardeo ruso en Lisichansk, mientras se buscan más víctimas en el centro comercial de Kremenchuk, alcanzado el lunes por misiles rusos y donde hasta ahora se han contabilizado 18 fallecidos. El foco trágico del día está en la ciudad oriental de Lisichansk, en la región de Lugansk, donde un grupo de civiles que iba a aprovisionarse de agua potable fue alcanzado por proyectiles rusos. Según el responsable de la administración militar regional de Lugansk, Serhii Gaidai, los rusos dispararon contra los ciudadanos de este enclave, la llave que podría dar a Moscú el control total de esa región.
El Ejército de Moscú trata desde hace días de tomar el último enclave de importancia que le queda por conquistar en la región de Lugansk, en el este de Ucrania, tras haberse hecho con el control de la vecina Severodonetsk.
Decenas de bomberos y miembros de los equipos de rescate continuban trabajando ayer en el centro comercial de la ciudad de Kremenchuk que fue atacado con misiles rusos y donde se han contabilizado 18 muertos y 36 desaparecidos. El edificio ha quedado absolutamente calcinado, con sólo las estructuras exteriores en pie, mientras que el interior es un amasijo de hierros carbonizados, lo que hace muy probable que el número de víctimas aumente en las próximas horas.
La Policía ucraniana expuso ante los periodistas restos de los dos misiles de crucero, identificados como X-22, que Rusia utilizó para atacar el edificio, que se encontraba muy concurrido en la tarde del lunes.
El Ministerio de Defensa de Ucrania había dicho previamente que los misiles de largo alcance se dispararon desde un bombardero estratégico TU-22 en la región rusa de Kursk, cerca de la frontera. El refugio antiaéreo más cercano al centro comercial estaba cruzando una calle, pero no todos abandonaron las compras pese a sonar una alarma antiaérea. El hecho de que zonas civiles de la ciudad nunca hubieran sido atacadas hasta ahora pudo dar una falsa sensación de seguridad y que se ignoraran las sirenas.
Rusia afirmó ayer que no atacó con misiles el centro comercial, sino un almacén con armas y municiones de EEUU y de países europeos, que detonaron y provocaron “un incendio” en ese edificio anexo. “La detonación de municiones almacenadas provocó un incendio en un centro comercial que no estaba en funcionamiento ubicado al lado de la planta”, aseveró el Kremlin.
Por otro lado, el vicepresidente del Consejo de Seguridad ruso, Dmitri Medvedev, afirmó que Crimea es parte de Rusia y advirtió de que cualquier ataque contra la península, anexionada en 2014, sería considerado una declaración de guerra. “Cualquier intento de apoderarse de Crimea sería una declaración de guerra a nuestro país”, dijo el ex presidente ruso. “Y si lo hace un país de la OTAN sería un conflicto con toda la Alianza Atlántica, la III Guerra Mundial, una catástrofe total”, zanjó.