Rota, pieza clave de la defensa de la OTAN
● Los sistemas embarcados a bordo de los destructores de EEUU estacionados en la base naval permiten interceptar misiles balísticos antes de que lleguen a su objetivo
Los cuatro destructores norteamericanos que alberga la base naval de Rota (Cádiz), que Estados Unidos quiere aumentar a seis según comunicó ayer el presidente Joe Biden al jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, son una pieza fundamental del sistema antimisiles de la Alianza Atlántica. Los dos nuevos destructores no llegarán a España antes de seis meses, según señalaron ayer fuentes del Ministerio de Defensa. EEUU tiene que hacer además obras en la base de Rota para poder albergar estos nuevos buques y, por tanto, no hay previsiones de que Washington envíe estos barcos durante este año. Hasta que Defensa no conozca la fecha del envío, no será aprobado por el Consejo de Ministros, que deberá ratificarlo porque supone una modificación del convenio de cooperación en materia de defensa de 1988, y después tiene que contar con el aval del Congreso de los Diputado
Los destructores suponen la contribución de Estados Unidos a la arquitectura de defensa antimisiles de la OTAN que la alianza acordó desarrollar durante la Cumbre de Lisboa en noviembre de 2010 para proteger a los aliados europeos contra las posibles amenazas ante la proliferación de misiles balísticos. Rota participa desde 2013 en ese programa de defensa contra misiles balísticos, lo que permite el estacionamiento de los cuatro destructores de la marina estadounidense, el primero de los cuales (el USS Donald Cook) llegó a la base en febrero de 2014.
La parte naval del escudo antimisiles la conforman cuatro, por ahora, destructores estadounidenses que tienen su casa en la base de Rota. Están equipados con un sistema de armas –el Aegis que también tienen las fragatas españolas– que, combinado con un misil –el SM-3, que no tiene España– permite interceptar misiles balísticos en vuelo, una vez colocados en el lugar mejor posible para ello. Dos buques suelen estar de patrulla por el Mar Negro, mientras otros dos están en Rota en mantenimiento.
El pasado 23 de junio el buque USS Paul Ignatius, el barco más nuevo que las Fuerzas Navales estadounidenses tenían desplegado en Europa, se asentó en Rota para formar parte del escudo antimisiles de la OTAN.
El buque, que llegó a Rota dentro de una de las rotaciones programadas de los cuatro destructores establecidos en la base, es el segundo de los ocho barcos de “inserción de tecnología” de vuelo IIA, que aporta una capacidad mejorada y avances tecnológicos a las Fuerzas Navales de EEUU en Europa y al Escuadrón de Destructores 60, según informó la armada estadounidense en una nota de prensa.
El Paul Ignatius es el destructor número 67 de la clase Arleigh Burke de misiles guiados, con capacidad para misiones que van desde el control marítimo y las capacidades de defensa hasta la presencia en tiempos de paz y la asistencia humanitaria y el auxilio en caso de catástrofes.
Su capitán, CDR Aaron Arky, confirmó que el Paul Ignatius sustituirá a uno de los buques americanos que están ahora en Rota, aunque no concretó nombres. De los primeros quedan el USS Ross y el USS Porter, con lo que se presupone que será uno de ellos.