Borràs reta al Constitucional por el voto de Puig
La presidenta del ‘Parlament’ contabiliza el voto delegado del ex ‘conseller’ huido
La presidenta del Parlament, Laura Borràs, y la mayoría independentista de la Mesa retaron ayer al Tribunal Constitucional (TC) al contabilizar verbalmente el voto delegado del diputado de Jxcat Lluís Puig en las votaciones del Pleno, aunque sin que se sepa aún si constará oficialmente en el diario de sesiones. El Pleno del Parlament arrancó con la expectativa de qué harían las fuerzas independentistas cuando se produjera una primera votación, después de la sentencia del TC, que revocaba la delegación de voto al ex conseller, huido en Bélgica por el 1-O. La mayoría independentista de la Mesa había acordado ayer por la tarde mantener la delegación de voto de Puig, a pesar de las advertencias al respecto del letrado mayor del Parlament. Desestimadas las cuatro peticiones de reconsideración presentadas por PSC, Vox, Ciudadanos y PPC, la validación de un decreto ley de integración de centros educativos ha sido la primera votación en el pleno que ponía a prueba la decisión de desoír al TC.
Antes de producirse esa votación, Borràs expresó que “de acuerdo con el acuerdo adoptado por la mayoría de la Mesa, el voto de Puig será añadido al cómputo de votación en base al sentido de voto que fija la portavoz de su grupo parlamentario, que es quien tiene hecha la delegación de voto”, en alusión a Mònica Sales.
Borràs contabilizó verbalmente el voto delegado, al anunciar de viva voz que el decreto ha sido validado por 134 votos a favor; no obstante, dicho voto no se vio reflejado en el marcador electrónico de la Cámara, que mostraba solo 133 votos favorables.
El paso siguiente deberá ser la publicación de las votaciones de este Pleno en el Boletín Oficial del Parlament y en los diarios de sesiones, algo que aún está en el aire, aunque fuentes de ERC y Jxcat confían en que se producirá finalmente.
Y es que el acuerdo de cuatro puntos suscrito el martes entre los miembros de ERC y Jxcat en la Mesa no sólo contempla mantener el voto delegado, sino que también emplaza a que la Mesa acuerde asumir la responsabilidad de la publicación definitiva de las votaciones, para así eximir así a los funcionarios de posibles consecuencias legales. Pero este último aspecto todavía no está cerrado, ya que ERC y Jxcat pactaron reunir nuevamente la Mesa del Parlament a lo largo del Pleno para acordar definitivamente esta cuestión.