La ley de memoria pactada con Bildu tensa el homenaje a Miguel Ángel Blanco
● El tributo al edil asesinado se emborrona por el acuerdo con los ‘abertzales’ ● Rajoy se pone de parte de González ante Sánchez
El acuerdo para aprobar la ley de Memoria Democrática alcanzado entre el Gobierno y EH Bildu ha generado críticas y provocado tensión ante el homenaje que Ermua dedicará el domingo a Miguel Ángel Blanco, cuando se cumplen 25 años del asesinato y secuestro del edil del PP a manos de la banda terrorista ETA.
Tras días de críticas por parte de PP, Vox y Ciudadanos ante el acuerdo de la ley de memoria con la izquierda abertzale, la hermana del concejal de Ermua, Marimar Blanco, denunció el martes que el alcalde de la localidad, el socialista Juan Carlos Abascal, no le permitía intervenir en el homenaje que la localidad dedicará a su hermano.
Su queja a través de una carta hecha pública logró el apoyo de Moncloa y una rectificación del regidor de Ermua, que contactó con Blanco, actual diputada del PP en la Asamblea de Madrid, para integrarla en un acto en el que participarán el Rey, Felipe VI, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el lehendakari Iñigo Urkullu. Sin embargo, esta marcha atrás no ha disipado el enfado en los partidos de centroderecha por el hecho de que el Gobierno haya pactado con EH Bildu, al que consideran heredero político de ETA, la ley de Memoria Democrática, que la próxima semana validará el Congreso antes de la aprobación definitiva en el Senado el próximo mes de septiembre.
Desde el PP, su secretaria general, Cuca Gamarra, incidió en que ningún demócrata puede asumir que Bildu sea quien “reescriba el relato de la Transición”, justo cuando la sociedad recuerda el secuestro y asesinato del edil de Ermua.
El ex presidente del Gobierno Mariano Rajoy apuntó que, si al socialista Felipe González la ley le suena mal esta ley, a él le suena “peor”, porque ETA fue “un enemigo declarado de la Constitución” y “fue contra la Transición”. Ve “triste y absolutamente lamentable que el Gobierno haya caído en este pacto con Bildu” .
FAES, la organización que preside José María Aznar, denuncia “cálculos mezquinos” en la “ofensiva revisionista” que, a su juicio, el Gobierno ha pactado con los “testaferros políticos del terrorismo”, mientras que el propio Aznar tildó ayer la ley de “disparate hecho por terroristas y pactado con terroristas”.
Vox dio un paso más al anunciar que su líder, Santiago Abascal, quien en 1997 era compañero de Blanco en las Nuevas Generaciones del PP, no acudirá a “a falsos homenajes a víctimas de ETA junto a los blanqueadores de ETA y junto a los socios gubernamentales de Bildu”. Tampoco asistirán al acto, que también recuerda al otro vecino asesinado por ETA, el peluquero Sotero Mazo Figueras, la Asociación de Víctimas del Terrorismo ni el partido de izquierda abertzale Sortu, que rechaza la participación del rey y de representantes de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado.