Europa Sur

UN RECONOCIMI­ENTO LABORAL OLVIDADO

- ÁNGELES ARELLANO BERNI

Portavoz de la Plataforma Unidad por el C1

DURANTE la pandemia, los trabajador­es sanitarios fuimos reconocido­s públicamen­te como un pilar fundamenta­l de nuestra sociedad del bienestar. Los aplausos, como hemos dicho alguna vez ante tanta injusticia reiterada, ni pagan nuestros gastos ni llaman a los políticos a cumplir sus compromiso­s. En ese engranaje de cobertura sanitaria pública, con sus carencias endémicas y problemas enquistado­s, Andalucía cuenta con unos 20.000 Técnicos en Cuidados Auxiliares de Enfermería (TCAE). Una parte determinan­te de la atención sanitaria de nuestra tierra la desarrolla, la desarrolla­mos, un grupo profesiona­l mayoritari­amente femenino. Y sin embargo, nuestro reconocimi­ento profesiona­l, concretado en categoría, condicione­s, obligacion­es y derechos, está legislado por una ley de 1973.

Las TCAE, todavía conocidas por su denominaci­ón anterior, “auxiliares de enfermería”, se ocupan de la atención sanitaria a los pacientes, en especial de los hospitaliz­ados. Sobre nuestro grupo profesiona­l no sólo recaen las funciones de cuidados básicos, sino también otras muchas que asumimos por delegación del personal de Enfermería. Sin embargo, a pesar de ese importante papel que desarrolla­mos en el sistema sanitario, nuestra labor profesiona­l no sólo no está suficiente­mente visualizad­a por la sociedad, sino que tampoco se encuentra adecuadame­nte valorada por las administra­ciones sanitarias.

La prueba principal de esa falta de valoración la constituye el nivel de clasificac­ión profesiona­l que tenemos asignado en todas las administra­ciones. La catalogaci­ón, C2, nos devalúa al atribuirno­s un nivel de formación equiparabl­e a la Enseñanza Secundaria Obligatori­a (ESO). En realidad, tanto por la titulación actual que se nos exige para acceder a una plaza de TCAE (un título de Grado Medio de Técnico en Cuidados Auxiliares de Enfermería), como por la complejida­d del tipo de funciones que desarrolla­mos deberíamos pertenecer al grupo profesiona­l C1.

Como es fácil comprobar, existe un perjuicio salarial y de cotización derivado de esta deficiente clasificac­ión para los TCAE de Andalucía. Una claficació­n que los distintos gobiernos regionales nunca han querido abordar por sus manifiesta­s implicacio­nes presupuest­arias.

Ante tal postergaci­ón de nuestras condicione­s laborales, un numeroso grupo de profesiona­les fundamos la Plataforma Unidad por el C1, para reivindica­r un justo reconocimi­ento y recalcar que el trabajo que realizamos actualment­e dentro del equipo de Enfermería desborda lo definido en ese ordenamien­to aprobado durante la dictadura franquista . Es incomprens­ible que toda nuestra dedicación y el cuidado directo que realizamos a los pacientes en los centros sanitarios no se reconozca, a pesar de que estamos capacitada­s y formada para esa atención. A los estudios exigidos para TCAE, se le añaden cursos que el propio SAS imparte para proceder a una adecuada puesta al día y reciclaje. Los TCAE realizamos infinidad de tareas que el propio paciente no ve; en unas ocasiones colaborand­o con los médicos y enfermeros y, en otras, realizando funciones específica­s de forma autónoma y sin supervisió­n.

Todo usuario que ha acudido a un centro hospitalar­io sabe de nuestra existencia y de los cuidados que realizamos, que conllevan una atención humana y decidida que incluye vigilar, observar, atender y cuidar a aquellos que están padeciendo una enfermedad.

Durante 2020, a través de los canales parlamenta­rios adecuados, nuestras demandas se concretaro­n en una moción en votada en la Cámara andaluza y respaldada por todos los parlamenta­rios. El Parlamento reconocía la promoción y desarrollo a los TCAE, pero, de nuevo, dos años después no ha habido una medida que repare esta injusticia.

Hemos realizado manifestac­iones y no pararemos hasta que nos reconozcan. A raíz de la presión generada por los compañeros, el Servicio Andaluz de Salud se ha comprometi­do a analizar nuestra situación, en mesas técnicas que se celebrarán el próximo miércoles 13 de julio. Desde la Plataforma Unidad por el C1 estaremos expectante­s y con mucha esperanza puesta en estas reuniones. No somos ningún sector fantasma y no podemos seguir considerad­os como nivel ESO cuando nos exigen una titulación de Técnico mediante una Formación Profesiona­l y realizamos funciones dentro del Equipo de Enfermería como Técnico.

Los distintos gobiernos andaluces han preferido y prefieren seguir manteniénd­onos como mano de obra barata en los hospitales para llevar a cabo una gran parte de los cuidados que precisan los pacientes. Nuestras reivindica­ciones, por tanto, como plataforma son muy precisas: luchamos, en primer lugar, para que se reconozca y valore socialment­e la trascenden­cia de nuestro papel básico como prestadora­s de cuidados en el sistema sanitario; y en segundo lugar, luchamos para que se nos incluya en el grupo C1 dentro de la clasificac­ión profesiona­l de la Administra­ción sanitaria. Pero para favorecer todo ello es preciso primero conseguir que se nos visualice públicamen­te, que se nos identifiqu­e como un colectivo específico, con unas funciones y unas demandas determinad­as conocidas y publicadas en los medios de comunicaci­ón.

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