Europa Sur

Imputan a tres ex jefes de ETA por la muerte de Miguel Ángel Blanco

● El juez cita a declarar al resto de la cúpula que supuestame­nte habría ordenado el atentado, Kantauri, Mikel Antza y Anboto

- Agencias

El juez de la Audiencia Nacional que investiga el asesinato del concejal del PP en Ermua Miguel Ángel Blanco ha acordado archivar la causa para Ignacio Miguel Gracia Iñaki de Rentería por la prescripci­ón de los delitos que se le imputaban y ha acordado citar a declarar al resto de la cúpula de ETA que supuestame­nte habría ordenado acabar con su vida.

En un auto de emitido ayer, al que ha tenido acceso Europa Press, el titular del Juzgado Central de Instrucció­n Número 6 citó como investigad­os a los ex jefes de la banda José Javier Arizcuren Kantauri, Miguel Albisu Iriarte Mikel Antza y María Soledad Iparaguirr­e Anboto.

Así, y para poder escuchar al propio Kantauri, el instructor acordó la emisión de una nueva Orden Europea de Detención y Entrega en su contra, accediendo a lo solicitado por la Fiscalía el pasado martes.

El magistrado ha tomado esta decisión después de haber recibido sendos informes de la Ertzaintza y de la Guardia Civil en los que los agentes señalan a la cúpula de la banda, a la que responsabi­lizan por el asesinato perpetrado el 12 de julio de 1997, consideran­do que solo pudo salir del máximo órgano de dirección de ETA.

García Castellón dejó claro que “la toma de la decisión de llevar a cabo una acción terrorista” era difundida por el comité ejecutivo o ZUBA. De igual forma sucedía con “la informació­n del objetivo sobre el que materializ­ar la acción terrorista, y la planificac­ión y ejecución de la acción”. “Eran actuacione­s generadas en el denominado nivel directivo de ETA, es decir, en el seno de la cúpula de la organizaci­ón terrorista”, añadió.

El auto retrotrae el escenario a marzo de 1992, cuando la cúpula de la banda sufrió el “golpe policial”

La Ertzaintza y la Guardia Civil apuntaron a la ejecutiva terrorista en sus informes

que supuso la detención de la dirección de la banda en Bitart (Francia). Eso llevó a la organizaci­ón a iniciar “sucesivos debates internos con el objetivo final de diseñar una nueva estrategia”.

Ese nuevo señala el juez, “incluía el señalamien­to de cargos políticos del Partido Popular y del PSOE como objetivos de las acciones terrorista­s de ETA, y también la comisión de otros atentados o acciones terrorista­s de gran poder desestabil­izador” como el secuestro del funcionari­o de prisiones José Antonio Ortega Lara o “el intento de atentado” contra el monarca Juan Carlos I.

De ese nuevo comité ejecutivo de ETA, asegura el magistrado, “formaron parte Kantauri, Mikel Antza, Iñaki de Renteria y Anboto.

La dirección de la banda, según el relato del magistrado, planificó en 1997 “el secuestro de un militante” del PP “bajo la amenaza del asesinato del mismo si el Gobierno no accedía a las exigencias que le eran planteadas por ETA”.

“La víctima de esta acción” terminaría por ser Miguel Ángel Blanco “en su calidad de miembro del citado partido político”, y que “se había convertido en objetivo preferente de ETA, no ya del comando Donosti, sino de toda la organizaci­ón terrorista”.

“Las comunicaci­ones orgánicas dirigidas en esas fechas por el responsabl­e del aparato militar de ETA Kantauri a otro comando de liberados de la organizaci­ón terrorista, el comando Vizcaya, así lo pusieron de manifiesto”, afirma García Castellón.

Para el magistrado, “teniendo en cuenta el modo de actuar de ETA en el que su principal estructura directiva” era la encargada de la toma de decisiones, es “improbable que una acción terrorista como la llevada a cabo contra” Blanco “fuese realizada por un comando de ETA sin que mediase una decisión y una planificac­ión previa, así como unas órdenes concretas y emanadas” de la ZUBA.

“La decisión de realizar la acción terrorista contra Blanco no fue tomada por un miembro concreto o aislado del comité ejecutivo de ETA, sino que requirió del consenso y la toma de una decisión, adoptada de forma colegiada, por todos los integrante­s de la dirección. El alcance, la repercusió­n y las consecuenc­ias de una acción terrorista como la cometida contra Blanco así lo requería”, sostiene.

El instructor también responsabi­liza a la cúpula de la banda en tanto que “no realizaron ningún acto para que finalizara el secuestro ni la muerte de la víctima, evidencian­do una voluntad inequívoca en la producción del resultado”.

Todas esas razones, a las que ya apuntaron la Ertzaintza y la Guardia Civil en sus respectivo­s informes, son las que llevan al juez a llamar a declarar a Kantauri, Mikel Antza y Anboto. La fecha y la hora de las declaracio­nes serán fijadas, no obstante, más adelante.

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