EL RIESGO DE RECESIÓN PESA EN LAS MATERIAS PRIMAS
LAS perspectivas de un mayor deterioro de la senda económica global constatadas por los indicadores adelantados y de confianza del sector privado se han reflejado en las últimas semanas en los mercados financieros, que ya descuentan mayores probabilidades de un potencial escenario de recesión económica en la Eurozona y EEUU. Adicionalmente, la continuidad de la postura cero Covid de China seguirá condicionando la actividad socioeconómica de la segunda potencia mundial y, con ello, de la demanda global. Todo ello en un contexto en el que los principales bancos centrales (excepto los de China y Japón) continúan con su política de endurecimiento monetario para hacer frente a las tasas de inf lación en máximos de las últimas décadas, con implicaciones en las condiciones financieras, el consumo privado, la inversión y el ahorro.
Esta situación está impactando en los precios de las principales commodities como el petróleo, el trigo, el maíz o los metales, especialmente industriales, observándose en las últimas semanas significativas caídas.
En el mercado de petróleo, las expectativas de una menor demanda a medida que se desacelera la actividad económica global han provocado un descenso de la cotización del Brent de en torno a un 15% desde los niveles alcanzados a principios del mes de junio. Así, este miércoles cerró con un precio de 100,7$ por barril, mínimo desde comienzos de abril.
Una tendencia similar a la registrada en el caso de algunos metales industriales como el cobre y el níquel, que han sufrido el peor trimestre desde la crisis financiera de 2008 tras los máximos históricos alcanzados en los últimos meses.
Analista de renta variable de Singular Bank
La mayor empresa energética de Europa y del mundo en gas natural licuado sigue beneficiándose de los elevados precios de la energía, y ha mejorado sus previsiones a largo plazo ante la elevada demanda y las disrupciones en el suministro surgidas por la guerra en Ucrania, junto a las restricciones a las exportaciones rusas. De esta manera, ha revertido la amortización de 4.500 millones de dólares del valor de sus activos de petróleo y gas, y estima un precio del Brent de 80 dólares en 2023.
El margen de refino en el segundo trimestre ha sido de 28,0 dólares por barril frente a 10,2 en el 1T, lo que ha incrementado los beneficios en torno a 1.000 millones de dólares. Respecto a la producción de GNL, este trimestre ha sido algo inferior a la del primero. A su vez, Shell ha anunciado que va a construir la mayor planta de hidrógeno renovable de Europa, que comenzará a funcionar en 2025. En mayo anunció que espera aumentar el retorno a los accionistas en forma de dividendos y recompra de acciones por encima de su objetivo del 30% del flujo de caja de operaciones.