PLAYAS SIN HUMOS
DESEO comenzar este artículo haciendo una confesión pública. Pronto se cumplirán diecisiete años desde que dejé de fumar. Tenía una fuerte adicción y a través del tiempo transcurrido he descubierto y ratificado que es posible dejar el tabaco, antes de que él te deje a ti. Quería manifestar con sinceridad y crudeza pero también con orgullo, la superación de esta dependencia.
Pero no les voy a contar mi historia personal y mi relación con esta droga que ha venido teniendo un componente de refuerzo social en nuestra cultura hasta la aparición de la Ley Antitabaco, sino mi ánimo y espíritu positivo a colaborar en trabajar por la salud de mis conciudadanos.
Afortunadamente somos más los que no fumamos, pero todavía fuma alrededor de un 30% de la población entre 24 y 64 años y un 19,75% de la población española, lo que es una cifra por encima de la media de la Unión Europea que está en 18,4%.
Desde que el 1 de enero de 2006 en que entró en vigor la Ley de medidas sanitarias frente al tabaquismo y reguladora de la venta, el suministro, el consumo y la publicidad de los productos del tabaco , ha habido diferentes modificaciones y actualizaciones encaminadas a una mayor promoción de la salud y restringir su uso y consumo en espacios de usos colectivos.
Recuerdan ustedes la que se montó con aquellos que pregonaban que iba a ser la ruina de bares y restaurantes. Hoy, sin necesidad de tener un policía detrás de cada ciudadano o ciudadana, nadie se atreve a encender un cigarro dentro de un establecimiento de hostelería y esparcir una bocanada de humo con todos sus productos tóxicos.
Y desde el presente hemos de plantearnos el futuro y el Ministerio de Sanidad tiene prácticamente elaborado un plan integral de prevención y control del tabaquismo que busca ampliar los espacios libres de humo. A los actuales espacios cerrados, incluida la hostelería, el transporte urbano y los parques infantiles se le sumarán las instalaciones deportivas al aire libre, desde los campos de fútbol a los estadios de atletismo, las terrazas de los bares, restaurantes, las playas,
Ir a la playa no puede ser una lucha por esquivar a quien echa el humo a los demás
las piscinas y los vehículos privados si en ellos viajan menores o mujeres embarazadas.
Una de estas medidas ya es objeto de una campaña de la Junta de Andalucía y los Ayuntamientos de sumarse a a la iniciativa de playas sin humo, centrada tanto en los humos que provoca el fumar como la costumbre de enterrar las colillas en la arena con la contaminación que provocan, ya que tras filtrarse en el suelo y el agua, pasa a la cadena alimentaria, produciendo efectos tóxicos en animales y personas.
Algeciras y su ayuntamiento está adherida a esta campaña, y me consta de la sensibilidad del conjunto de la Corporación y todos sus grupos políticos por preservar nuestras playas como un ámbito educativo, preventivo y saludable, ya que hay entre sus componentes personal sanitario, entre ellos el propio alcalde.
Creo que es necesario fortalecer en colaboración con la Consejería de Salud y Familias de la
Junta de Andalucía, esta campaña a la que estamos adheridos con una señalización clara y sin tibiezas, en la que se especifique “espacio libre de humos” para mantener nuestras playas libres de humo del tabaco y concienciar a todos los ciudadanos y ciudadanas que ejerciendo como agentes de promoción de la salud, porque los primeros que están mirando es por ellos mismos, por sus hijos, por sus abuelos, por los enfermos crónicos, por un espacio del que nos sintamos orgullosos de disfrutar.
Ir a la playa no puede ser una lucha por esquivar a aquel ciudadano que cree estar solo en el mundo y se dedica a echar el humo, sin ningún respeto a los demás, a diestro y siniestro.
No pueden ni deben obligar a nadie a ser fumadores pasivos, y para rematar la faena cuando terminan enterrando en la arena sus cigarros. Piensen en los demás y mirarán por la salud de todos.