La Policía japonesa admite fallos en el dispositivo de seguridad de Abe
Los responsables aseguran que el despliegue se hizoen base a los protocolos nacionales
La Policía japonesa admitió ayer que hubo fallos en el dispositivo de seguridad desplegado en el acto electoral de la víspera donde fue asesinado el ex primer ministro nipón Shinzo Abe.
“Teniendo en cuenta un resultado tan grave, entendemos que hubo problemas en la seguridad”, dijo en una rueda de prensa Tomoaki
Onizuka, el jefe de la Policía de la prefectura de Nara, donde tuvo lugar el atentado contra el político japonés mientras ofrecía un mitin en plena calle.
“Identificaremos de forma inmediata el problema y tomaremos las medidas apropiadas”, dijo el responsable policial sobre el dispositivo de seguridad de Abe, que ha sido criticado por insuficiente y por permitir que el agresor se aproximara al político y sacara un arma para dispararle en dos ocasiones por la espalda.
Señaló que el problema pudo haber estado en “el posicionamiento, plan o respuesta de emergencia, o en las capacidades individuales de un agente”, factores que serán analizados junto a otros.
El jefe de la Policía regional también afirmó que no contaban con “ningún indicio” que apuntara al posible ataque en el lugar de los hechos, frente a una estación de trenes de Nara.
Explicó asimismo que el despliegue específico para el mitin de Abe fue aprobado por la Policía local el día anterior del evento, que fue cuando se confirmó la asistencia del político, y puntualizó que se hizo en base a los protocolos de seguridad nacionales.
Abe fue tiroteado mientras ofrecía un discurso ante decenas de ciudadanos que le rodeaban sin ninguna barrera física ni un gran despliegue de seguridad aparente pese a tratarse de uno de los políticos más conocidos del país.
El dispositivo de seguridad en estos casos es mínimo a simple vista y en comparación con otros países, debido a que Japón cuenta con uno de los índices de criminalidad más bajos del mundo desarrollado.
Los protocolos de las autoridades niponas para estos casos incluyen el despliegue de agentes de la Policía local y a efectivos del contingente especial de la División de Seguridad Nacional del Departamento de Policía Metropolitana de Tokio.