Leclerc toma la casa de Red Bull
● El monegasco se impuso en el circuito de Spielberg por delante de Verstappen, que salvó el segundo puesto gracias al fallo en el motor del Ferrari de Sainz ● Alonso fue décimo
Charles Leclerc (Ferrari) ganó el Gran Premio de Austria, disputado en el Red Bull Ring de Spielberg, donde relegó al segundo puesto, en su casa, a Max Verstappen (Red Bull), líder del Mundial, en una mala jornada para Carlos Sainz (Ferrari), que tuvo que abandonar a falta de 15 vueltas con el motor incendiado cuando peleaba por la segunda plaza.
Leclerc recuperó la sonrisa con su tercer triunfo del año, “una victoria que necesitaba, después de las pasadas cinco carreras”. Verstappen, ganador el sábado de la calificación a través de la prueba sprint, salía primero en Spielberg, por delante de los dos Ferrar. Su compañero Checo Pérez partía desde la quinta plaza de la parrilla, por detrás del inglés George Russell (Mercedes) , con el que se tocó al inicio de la carrera obligándolo a pasar por boxes y arruinando ya sus opciones en el trazado austriaco.
Llovió por la noche y el asfalto se preveía más abrasivo, por lo que nadie salió con el neumático blando. La gran mayoría salió con el compuesto medio, esperando ir a una parada y cambiar a duro: previsión que se quedó corta, porque hubo muchas más paradas; gracias también al coche de seguridad virtual decretado tras el percance de Sainz. Con duro arrancaron varios de lo que salían por detrás, como Fernando Alonso (Alpine) y Sebastian Vettel (Aston Martin).
Verstappen salió bien y Sainz aguantó al Mercedes de Russell, que en la curva cuatro tocó a Checo Pérez cuando el mexicano tenía ganada la posición y lo mandó a la gravilla. El británico fue sancionado con cinco segundos por esta acción, pena que cumplió cuando paró, en la duodécima vuelta; poco después de que Leclerc diera cuenta de Verstappen para tomar el liderato de la carrera.
Nada más ceder el liderato, Mad Max paró, en la vuelta 13, e instaló neumáticos duros. Al reintegrarse a la carrera superó a Lewis Hamilton (Mercedes) para colocarse tercero tras los Ferrari. Leclerc lideraba la prueba con cuatro segundos sobre Sainz y 15 respecto al ídolo holandés, seguido por una gran marea naranja en las gradas. El monegasco paró al tiempo que el Red Bull de Checo Pérez se quedaba en los boxes; Sainz lo hizo acto seguido y Verstappen volvió a tomar la delantera.
Las salidas de los límites de pista, una constante durante todo el fin de semana se hicieron notar también durante la carrera, en la que más de uno recibió aviso de sanción (de cinco segundos) y otros, como Norris, la tuvieron que cumplir.
Traspasado el ecuador de la carrera y amenazado por Sainz, Verstappen pasó por la calle de los garajes por segunda vez para mopntar otra vez gomas duras, cayendo de de nuevo a la tercera plaza. Y vuelta a empezar. Porque Leclerc volvió a parar cediendo el primer puesto otra vez, aunque el monegasco no tardó demasiado en recuperar el liderato. Poco después le tocaba al madrileño adelantarlo, por ritmo, sobre el asfalto, pero su motor dejó de funcionar y cuando se paraba fuera del trazado comenzó a arder. “Teníamos asegurado el doblete y mi ritmo era de lo mejor en lo que va de año. Ha sido una pena por el campeonato, pero es lo que hay”, comentó un resignado Sainz.
Se decretó coche de seguridad virtual y hubo baile de paradas. Pero lo que no esperaba Alonso es que tuviese que repetir la suya, presumiblemente por un desajuste
La lluvia de la noche anterior hizo que las gomas se degradasen con mayor rapidez
Hamilton salvó con el tercer puesto un fin de semana que pintaba mal para Mercedes
en su neumático delantero izquierdo. El piloto asturiano perdió la opción de que su remontada hubiese sido aún más gloriosa. “Pudimos acabar sextos”, dijo, pero aún se permitió de meterle una pasada al finlandés Valtteri Bottas (Alfa Romeo) para ser décimo y arañar el último punto en juego.
Mercedes escapó del desastre al que parecía abocada al principio del fin de semana con el tercer podio seguido de Hamilton, tercero, y el cuarto puesto final de Russell. Y Leclerc sufrió, con problemas en el acelerador durante las últimas vueltas, para llevar hasta meta la primera victoria que consigue en la Fórmula 1 sin haber salido desde la pole.