Triplete para Yulimar
MUNDIALES DE EUGENE ● La venezolana consiguió su tercera medalla de oro en unos mundiales en la modalidad de triple salto ● El catarí Barshim también consiguió su tercer oro en salto de altura
Aplastante dominadora del triple salto en los últimos años, la venezolana Yulimar Rojas, con su tercera corona mundial, fue en la madrugada de ayer uno de los nombres propios de la cuarta jornada de los Mundiales de atletismo de Eugene (Oregón, EE.UU.).
La voracidad de Yulimar no conoce límites. A sus 26 años, sus logros antes de llegar a Eugene (tres veces campeona mundial en pista cubierta, dos al aire libre, oro y plata en Juegos Olímpicos, récord mundial con 15,74, mejor atleta mundial en 2020) ya le alcanzaban para adquirir ribetes de leyenda. Pero no se cansa de ganar, y eso es lo que ha venido haciendo invariablemente en todos los campeonatos desde que fue subcampeona olímpica en Río 2016.
Con un físico privilegiado para el triple salto (1,92 de estatura, 72 kilos), pero también con una cabeza excepcional para gestionar la presión competitiva, moldeada bajo la dirección del cubano Iván Pedroso en su campamento español de Guadalajara, Yulimar se quedó sin rivales hace años, como si contara con un metro de ventaja antes de empezar la prueba.
A Eugene había llegado entre algodones. Unas molestias en el psoas le aconsejó precaución, de ahí que abandonara sus planes de doblar en estos Mundiales (triple-longitud) y se centrara en la disciplina que hasta hoy le ha dado todos sus éxitos.
El sábado superó la ronda clasificatoria en un único salto (14,73) y dos días después su victoria se daba por descontada. Rojas empezó la final a medio gas, con una marca de 14,60 que le ponía momentáneamente detrás de la jamaicana Shanieka Ricketts (14,89), subcampeona mundial en Doha 2019 y la última atleta que batió a Rojas (en la final de la Diamond League 2019).
La sorpresa de la primera ronda fue efímera. En la segunda, Yulimar voló hasta los 15,47, quinta marca de todos los tiempos, favorecida por un viento de 1,9, y liquidó la contienda. Esa distancia ya era inalcanzable para todas sus rivales. Los cuatro saltos restantes fueron ya un mero duelo contra sus propios límites. Esta vez no pudo superarlos.
Ricketts se colgó la plata con su marca de la primera ronda y Tori Franklin se ganó el bronce en el penúltimo salto.
Recordando los tiempos en que vivió en Pozuelos, Anzoátegui, cuando se tambaleaba el techo con la lluvia, Yulimar había escrito en redes sociales, horas antes de la final: “Dentro de mí había una fuerza de superación que me impulsó a entrenar cada día. Ningún sueño es muy grande, ningún camino se hace de la noche a la mañana, sigue tus sueños, siempre confía”.
Mantiene su vigor competitivo fijándose el gran reto de ser la primera mujer que rompe la barrera de los 16 metros, una de esos hitos que jalonan la historia del atletismo, y cada vez está más cerca. “Los 16 metros son mi gran objetivo y voy a intentar acercarme un centímetro más cada día”, había dicho la venezolana.
Otros tres oros mundiales tiene el catarí Mutaz Essa Barshim, que, después de sus triunfos en Londres 2017 y Doha 2019, cantó asimismo victoria en Eugene con un registro de 2,37 metros (mejor marca del año). La plata fue para el surcoreano Sanghyeok Woo con 2,35 mientras que el bronce se lo anotó el
ucraniano Andriy Protsenko con 2,33.
El italiano Gianmarco Tamberi, que en Tokio 2020 protagonizó un precioso momento al compartir de mutuo acuerdo el oro olímpico con Barshim, fue cuarto.
En la última prueba del día, la keniata Faith Kipyegon, ganadora de los dos últimos títulos olímpicos, recuperó cinco años después la corona mundial de 1.500 metros al superar en un emocionante duelo hasta el final a la etíope Gudaf Tsegay. Kypiegon ganó con un tiempo de 3:52.96 seguida de Tsegaycon 3:54.52 y de la británica Laura Muir, que acabó tercera con 3:55.28.
Por otro lado, la belga Nafissatou Thiam, doble campeona olímpica, se impuso en el heptatlón a la neerlandesa Anouk Vetter y a la estadounidense Anna Hall, que fueron plata y bronce, respectivamente.
Tras el fabuloso éxito del domingo con el bronce en 110 metros vallas de Asier Martínez, la delegación española también tuvo presencia en varias finales.
Por ejemplo, Claudia Conte, segunda española de la historia que competía en el heptatlón de unos Mundiales (la anterior fue Inma Clopés, decimosexta en Atenas), terminó novena con 6.194 puntos, marca personal, con unos parciales de 3.65 (marca personal) en 100 m vallas; 1,86 en altura (mejor marca de la temporada), 12.46 en peso; 24.77 (marca personal) en los 200, 6,00 en longitud, 44.69 en jabalina y 2:14.14 en el 800.
Además, Marta Pérez, presente en su segunda final de los 1.500 metros de unos grandes campeonatos (fue novena en los Juegos de Tokio), terminó undécima con 4:04.25.