El Bakkali se hace con el título de 3.000 obstáculos
Los españoles Arce y Martos quedaron noveno y decimocuarto, respectivamente
El atleta marroquí Soufiane El Bakkali, medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, se proclamó campeón en la prueba de los 3.000 metros obstáculos en los Mundiales de Atletismo de Eugene, una prueba en la que los españoles Daniel Arce y Sebastián Martos terminaron en la novena y la decimocuarta posición, respectivamente.
Con un fantástico esprint en la vuelta final, El Bakkali se colgó el oro en una carrera en la que no se asomó por la cabeza hasta el desenlace.
El marroquí se convirtió así en el primer atleta no nacido en Kenia en ganar los 3.000 obstáculos en unos Mundiales desde que lo hiciera el italiano Francesco Panetta en 1987.
El Bakkali, que había sido bronce en los Mundiales de Doha 2019 y plata en los de Londres 2017, logró este nuevgo título mundial en un tiempo de 8:25.13.
La plata, con una marca de 8:26.01, fue para el etíope Lamecha Girma, quien también fue segundo en Tokio 2020 y en Doha 2019; mientras que el bronce, con un registro de 8:27.92, se lo llevó el keniata Conseslus Kipruto, oro en Río de Janeiro 2016 y doble campeón Mundial en Londres 2017 y Doha 2019.
Bakkali no se asomó a la cabeza de la carrera hasta el final con un asombroso esprint
En lo que respecta a los representantes españoles, Daniel Arce finalizó en novena posición con un tiempo de 8:30.05 y Sebastián Martos llegó en decimocuarta posición (de quince participantes en la final) con un registro de 8:36.66.
En una final de ritmo lento, Martos, cinco veces campeón de España, empezó la carrera con valentía y consiguió liderar la prueba durante el primer kilómetro mientras Arce, vigente campeón nacional, se refugiaba en la cola del grupo.
A falta de cinco vueltas, Girma y Kipruto fueron subiendo la intensidad de la carrera. A pesar de ello, Arce y Martos consiguiron mantener el ritmo y llegar a los últimos 800 metros en el grupo de los mejores.
Mientras, El Bakkali esperaba su momento y ese llegó en la última vuelta, en la que dio un sonoro golpe en la mesa para dejar a todos sus rivales atrás y llevarse la victoria.