Mari Carmen Adán “Hay que acabar con la mala fama del sector”
(La Candela):
Mari Carmen Adán empezó a estudiar Biología con el objetivo de especializarse en Enología, aunque pronto se dio cuenta de que lo suyo era el trato con el cliente. Ingresó en la Escuela de Hostelería hace 16 años, aunque desde el primer momento tenía claro que quería seguir formándose fuera. Trabajó en Madrid, en Burgos… y hasta en China. Hace ya diez años que regresó con ahorros, experiencia e idiomas para montar junto a su marido Víctor Piñero La Candela, en el casco antiguo de Cádiz. Aparte de la calidad gastronómica, el restaurante es reconocido en el mundillo por las buenas condiciones laborales que ofrece a sus trabajadores: turnos rotativos, jornada intensiva, libranzas en fines de semana, vacaciones en verano… “Nuestro negocio son la gente que lo compone: para tener continuidad hay que apostar por la calidad de vida y acabar con la fama que arrastra el sector…”, explica. Pese a todo, a ellos también les está costando encontrar profesionales. Buscan un camarero y un cocinero, aunque siempre con formación. “Los que salen de Escuela de se los rifan” porque “no hay suficientes”. “Los jóvenes se van y luego vuelven para montar otro negocio, aunque también hay un perfil de gente mayor que se queda aquí con la familia. Lo cierto es que la mayoría de mis allegados están fuera o han montado su negocio”, plantea. Adán destaca que “la calidad de la hostelería gaditana” es cada vez mayor. “No sólo es que falten camareros que estén formados, es que cada vez hay más locales de cocina especializada”, concluye.