ERC aboga por el diálogo frente a quienes se enrocan “en un rincón”
● Aragonès ataca a Borrás porque “las instituciones son para la mayoría, no para uno o dos”
La secretaria general adjunta y portavoz de ERC, Marta Vilalta, salió ayer en defensa de la mesa de diálogo como espacio para “confrontar ideas” con el Gobierno español, frente a quienes “se enrocan” y permanecen “muy cómodos en un rincón” o sólo lanzan sus proclamas a través de Twitter. Así lo afirmó en un acto en Palamós (Gerona) junto al presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, en vísperas de que la próxima semana se reactive la mesa de diálogo entre la Generalitat y el Gobierno de Pedro Sánchez.
Sin llegar a mencionar explícitamente a Jxcat, Vilalta recriminó veladamente a los socios de coalición de ERC su rechazo a participar en la delegación de la Generalitat en esta mesa. Según Vilalta, “algunos dicen últimamente que el país está desorientado, desanimado”, porque “querrían que eso fuera lo que pasa”, pero en ERC no hay “ni desánimo ni desorientación”, ya que Cataluña ha superado otros “momentos complejos” a lo largo de su historia.
Vilalta apostó por defender “amnistía y autodeterminación” en todas partes, “también en todas las mesas de negociación y todos los espacios donde poder confrontar ideas con quienes realmente nos jugamos nuestro futuro”. “El camino se hace caminando, picando piedra, no sólo en Twitter ni en grupos de Whatsapp”, avisó Vilalta, que destacó que su partido intenta “construir consensos” para hacer que “las cosas pasen”, en contraste con quienes “se enrocan y están muy cómodos en un rincón”.
Vilalta llamó a “superar las viejas maneras de hacer política” y el “inmovilismo” y apostó por “políticas republicanas”, en contraposición con la vieja “sociovergencia”.
Aragonès, por su parte, afirmó, en plena incertidumbre por la causa judicial que tiene abierta la presidenta del Laura Borràs,
que la corrupción “no tiene sitio” en Cataluña y añadió: “Las instituciones son para la mayoría, no para una o dos personas”.
El presidente catalán evitó mencionar explícitamente el caso de Borràs, para quien la Fiscalía pide seis años de prisión y 21 de inhabilitación por los delitos de prevaricación y falsedad documental. No obstante, sí se refirió veladamente al pulso entre Jxcat y el resto de fuerzas independentistas que está provocando este caso, ya que, si abren juicio oral contra Borràs, ERC y la CUP tendrán en sus manos la posible aplicación del artículo 25.4 del reglamento del que obliga a suspender a los diputados a los que se haya abierto juicio oral por corrupción.
Aragonès abogó por un “claro compromiso contra la corrupción”, porque es “el peor ataque que pueden tener los recursos públicos”: “No la queremos en ninguna parte”, remarcó.
“En la Cataluña republicana e independiente que ya estamos construyendo, la corrupción ni tiene ni tendrá sitio”, afirmó Aragonès, que, en plena polémica por si la propia Borràs debe dar o no un paso al lado si le abren juicio oral, señaló que “las instituciones son para la mayoría, no para una o dos personas”.