La ley de secretos agita a Podemos y Bildu, mientras el PP tiende la mano
● La nueva norma fijará un mínimo de 50 años para guardar los “altos secretos” de Estado
Los socios de Pedro Sánchez salieron ayer a la palestra para criticar el anteproyecto de ley de secretos oficiales que aprobó ayer por la tarde el Consejo de Ministros. Unidas Podemos no está conforme y podría plantearse no apoyar la iniciativa en la tramitación parlamentaria y descolgarse nuevamente de una ley del Gobierno de coalición, según aseguraron fuentes de la formación morada, que discrepan de esta ley que sustituirá a la legislación vigente, aprobada en abril de 1968, en pleno franquismo, y modificada en octubre de 1978.
La nueva norma incorporará cuatro categorías, fijará un mínimo de 50 años para guardar los “altos secretos” de Estado y otorgará la responsabilidad de la información clasificada al Ministerio de la Presidencia, que ahora recae en el de Defensa.
El líder de Bildu, Arnaldo Otegi, aseguró que “la ley de secretos oficiales no ocultará lo que en Euskal Herria es un secreto a voces: quién organizó la guerra sucia, quién ordenó la práctica de la tortura y quiénes ampararon desde los medios estos hechos”.
El PNV cree que el anteproyecto llega “muy tarde”, por lo que duda de que pueda entrar en vigor esta legislatura, y considera “exageradamente largos” y “decepcionantes” los plazos previstos para la desclasificación.
El vicesecretario de Economía del PP, Juan Bravo, se quejó de que el Gobierno prefiera informar antes a Bildu que al Partido Popular sobre una norma que, recordó, es “muy sensible” porque afecta a la seguridad nacional. Bravo apuntó que, en una norma tan importante como ésta, los dos grandes partidos debería intentar llegar a un acuerdo para que éste sea perdurable en el tiempo y no responda a exigencias de carácter político para mantener un Gobierno o a otrocriticó a Sánchez por “debilitar” a la ministra Margarita Robles al otorgar al Ministerio de Presidencia que dirige Félix Bolaños competencias sobre secretos oficiales, que estaban en manos de Defensa.
No obstante, la secretaria general del PP, Cuca Gamarra, pidió al jefe del Ejecutivo “reconducir” su forma de hacer política y pactar la nueva ley con el PP como ha ocurrido siempre en asuntos de Estado, y no con sus habituales socios de Gobierno. A su juicio, las políticas de Estado deben “consensuarse con el
Bolaños confía en lograr una “mayoría parlamentaria rotunda” y se abre a mejorar la ley
PP” pero el presidente del Gobierno “ha roto” esa tradición y sólo busca “contentar” a partidos como ERC para seguir en La Moncloa.
Robles, por otro lado, quitó hierro al hecho de que con la nueva ley de secretos oficiales la responsabilidad de la información clasificada, que ahora recae en su departamento, pase al Ministerio de la Presidencia y recalcó que “no se puede plantear que sea de un Ministerio u otro”.
Bolaños aseguró anoche tras el Consejo de Ministros que “respeta” los recelos que ha levantado la nueva ley de secretos, aunque confía en que al final esta norma cuente finalmente con una “mayoría parlamentaria rotunda”, abriéndose a mejorar el texto durante su tramitación. La nueva ley no supondrá la desclasificación automática de ninguno de los documentos ya clasificados hasta ahora y que hayan cumplido sus plazos, sino que ésta se irá haciendo paulatinamente si así lo deciden “de oficio” las autoridades competentes o a instancias de personas afectadas que así lo soliciten.