La sequía hace estragos
● La prolongada ausencia de lluvias y el calor obligan a comunidades y ayuntamientos a imponer restricciones en el consumo de agua
La prolongada ausencia de lluvias y las altas temperaturas están obligando a varias comunidades y ayuntamientos a imponer restricciones en el consumo de agua, especialmente en Galicia, Cataluña y Andalucía, mientras los pantanos se encuentran al 40,4% de su capacidad. Cortes de suministro nocturnos, cierre de duchas en las playas, y prohibición de regar, llenar piscinas y lavar coches son algunas de las medidas restrictivas para garantizar el abastecimiento de agua para el consumo humano, que, en algunos casos, ya ha tenido que ser limitado.
Una de las comunidades más afectadas por la sequía es Galicia, lo que ha llevado a los ayuntamientos de Pontevedra de Poio, Sanxenxo, Marín, Bueu y Pontecaldelas a prepararse para un empeoramiento y un eventual estado de alerta que implicaría el corte nocturno del suministro de agua.
La prolongada situación de sequía también ha provocado que algunos municipios de Orense hayan publicado bandos para informar de que quedan prohibidos usos que no sean los esenciales, como cocinar y el aseo personal. Baltar y Boborás han prohibido el uso del agua para regar jardines, huertas y fincas, llenar piscinas y lavar coches, bajo advertencia de multa.
La Generalitat también ha limitado el consumo de agua en 150 municipios a 200 litros por persona al día, dada la situación de sequía, con los pantanos al 43% de su capacidad. Esto supone que los pantanos están 40 puntos por debajo de los últimos años, aunque aún lejos del 20% que se registró en 2008. En Solsona, con cerca de 10.000 habitantes, hace una semana que se ha empezado a suministrar agua con cisternas a uno de los depósitos de la red municipal.
Pere Aragonès hizo un llamamiento a la ciudadanía a “hacer un uso racional del agua” en la vida cotidiana “para evitar que los efectos de la sequía se agraven”.
Con los pantanos y embalses por debajo de la capacidad necesaria para abastecer a la población en los próximos meses, Andalucía ya está aplicando restricciones en algunas provincias y la Junta ha reclamado al Gobierno central una reunión urgente para aprobar un decreto de sequía con una alta dotación económica.
En Málaga, el embalse de La Viñuela se encuentra al 12,7% de su capacidad, lo que ha llevado a los ayuntamientos a establecer restricciones, como el corte del agua en las duchas de las playas de Rincón de la Victoria y Vélezmálaga desde el 1 de agosto. La escasez de agua ha llevado a algunos agricultores a sacrificar parte de sus plantaciones de aguacates para salvar el resto.
En Huelva, diez municipios de la comarca de la Sierra de Aracena y Picos de Aroche han sufrido restricciones en horario nocturno.
En Extremadura, la falta de agua afecta principalmente a la comarca pacense de Tentudía, que se abastece del pantano que lleva este mismo nombre. Actualmente, sólo tiene 0,8 hectómetros cúbicos de reserva, un 16,6% de su capacidad, la mitad de lo que tenía hace un año. Sobre los nueve municipios que conforman esta mancomunidad hay una recomendación expresa de no utilizar agua para el riego de jardines ni para el baldeo de calles, tampoco para llenar piscinas o lavar coches.
Además de restricciones de regadío en el ámbito agrario, en Castilla y León, determinadas instituciones han tomado decisiones vinculadas con la sequía, como Patrimonio Nacional, que ha recortado la temporada de los juegos de agua de las históricas fuentes de los Jardines del Real Palacio de San Ildefonso, en el municipio segoviano de La Granja.
En Navarra y el País Vasco, hay restricciones de agua en pequeñas localidades.
No hay problemas en el suministro de agua para consumo humano en Canarias, aunque el archipiélago ya encadena varios años de sequía. Ello se debe a la contribución de las desaladoras, de las que depende casi al 100% el abastecimiento a los hogares de Gran Canaria, Lanzarote y Fuerteventura, las islas con menos precipitaciones.