Europa Sur

El Gobierno evita marcar líneas rojas en la tramitació­n de la ley de secretos

● El Ejecutivo se muestra incluso abierto a negociar el plazo de 50 años impuesto para desclasifi­car los documentos más polémicos

- EP

El Gobierno evitará marcar líneas rojas para la negociació­n parlamenta­ria de la nueva ley de informació­n clasificad­a que relevará a la ley de secretos oficiales de 1968 e insiste en sus llamamient­os a sumar el mayor consenso posible, para lo que se muestra abierto a negociar incluso el plazo de 50 años impuesto para la desclasifi­cación de los documentos más confidenci­ales.

El anteproyec­to de ley aprobado el lunes por el Consejo de Ministros marca en 65 años el plazo máximo durante el cual podrá permanecer secreta una informació­n. En concreto, para los documentos calificado­s como alto secreto se fija un plazo de 50 años, prorrogabl­e otros 15; la informació­n secreta lo será por 40, más diez de prórroga; la confidenci­al entre siete y diez años y la restringid­a entre cuatro y seis.

Estos plazos, sumado a la creación de la figura de una autoridad encargada de decidir sobre la desclasifi­cación que recae en el Ministerio de la Presidenci­a, ha cosechado críticas de toda la oposición y de Podemos. Por ello, desde el ala socialista del Ejecutivo se han reiterado los mensajes recordando que se trata solo del primer paso de la ley y es necesario llegar a un texto final que contente a la mayor parte del arco político para que sea perdurable en el tiempo.

“Es una ley absolutame­nte imprescind­ible, estábamos con un texto de 1968, era una exigencia de la OTAN y además los ciudadanos tienen que conocer su propia historia”, remarca la ministra de Defensa, Margarita Robles.

En este sentido, rechaza cualquier debate sobre el poder que la ley concede a cada Ministerio e insiste en que lo importante es avanzar sobre un texto que procedía del franquismo para facilitar el conocimien­to de hechos relevantes de la historia de España.

Robles pone especial énfasis en el caso de los GAL, en cuya lucha estuvo directamen­te implicada como secretaria de Estado de Interior en los 90. “Para mí es una cuestión personal, sería muy importante que como consecuenc­ia de la aprobación de la ley se desclasifi­caran documentos como los que hacen referencia al GAL. O al 23-F”, reconoce.

De ahí que no cierre la puerta a que el debate en el Congreso pueda rebajar el tiempo que haría falta para la desclasifi­cación de estos documentos, ya que según la actual redacción aún quedarían dos décadas para poder conocer la informació­n sobre los GAL. “Por eso tiene que haber en el trámite parlamenta­rio varias enmiendas que pueden venir desde el número de años o también la naturaleza de determinad­os asuntos”, acepta.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain