INICIO A LA BAJA DEL TERCER TRIMESTRE
TRAS la contracción de la economía estadounidense en el segundo trimestre del año, la desaceleración de China y la recuperación retrasada de la Eurozona, la senda de crecimiento económico global sigue sujeta a elevados niveles de incertidumbre.
En julio, los indicadores adelantados PMI han reflejado un nuevo descenso generalizado de la actividad. Destaca el deterioro de la situación y de las expectativas en la industria, en un contexto en el que las empresas afrontan elevados costes de producción y de transporte, escasez de algunos materiales y retrasos en las entregas, al mismo tiempo que el actual entorno incierto lastra las perspectivas de demanda. Todo ello unido al impacto de la estrategia de China frente al coronavirus, que sigue condicionando la normalización de las cadenas de valor globales.
La tendencia es similar en el sector servicios, donde todas las principales economías del mundo han registrado un deterioro de la actividad respecto a junio a excepción de China. En su caso, continúa recuperándose de las fuertes caídas sufridas entre marzo y mayo por los confinamientos de la población.
En la Eurozona, las empresas de servicios han perdido dinamismo por tercer mes consecutivo, destacando la contracción de Alemania. Una situación que podría seguir empeorando tras la temporada estival, especialmente si el ahorro embalsado no respalda el consumo de los hogares. En este sentido, un estudio del BCE basado en una encuesta en seis de las economías más grandes de zona monetaria europea en 2020 y 2021 ha mostrado que sólo una quinta parte de los hogares acumularon ahorros durante la pandemia. En contraste, un 16% los redujo durante ese periodo.
El mercado laboral español sigue dando muestras de dinamismo en una coyuntura marcada por numerosos riesgos a la baja sobre la senda económica global como son la guerra en Ucrania, la crisis energética, las elevadas tensiones inflacionistas y el deterioro del sentimiento económico del sector privado.
No obstante, el crecimiento de la afiliación a la Seguridad Social del mes de julio ha mostrado un ritmo más moderado a pesar del inicio de la temporada estival. Tras superar en mayo por primera vez la barrera de 20 millones, en el último mes la creación media de empleo se ha limitado a 9.104 nuevos cotizantes, estancándose en torno a 20,1 millones de afiliados.
En 23 de los últimos 26 meses se han registrado tasas mensuales positivas, lo que ha permitido que la afiliación se sitúe un 3,5% por encima de sus niveles prepandemia. Una situación que contrasta con el hecho de que el PIB se mantiene todavía un 2,5% por debajo de los registros de finales de 2019, reflejando la recuperación retrasada de la economía española respecto a los principales países de la Eurozona.