Rosario Flores canta sus temas en un jardín secreto
● La cantante ha regresado al escenario del Festival Cap Roig para mostrar su duende flamenco
Corría el año 1927 cuando Nicolai Woevodsky, un coronel ruso amante del dibujo y la arquitectura, convencía a la aristócrata inglesa Dorothy Webster para comenzar a construir un sueño juntos. Webster, aficionada a la decoración y la jardinería, no dudó ni un minuto en aceptar la propuesta de Nicolai, estableciendo en la Costa Brava el lugar donde crear un espacio mágico donde todo pudiera pasar.
Entre Palafrugell y Montrás, en la provincia de Girona, se generó un enclave singular, repleto de vegetación procedente de todo el mundo. A ello se sumaron año tras año esculturas de grandes artistas internacionales, que convirtieron aquel acantilado catalán en uno de los jardines más preciosos del momento.
En 1969, la Obra Social la Caixa cogió las riendas del proyecto, dando pie a la obertura al público de los Jardines Cap Roig, un auténtico referente paisajístico de la Costa Brava. Desde el año 2001, decenas de artistas nacionales internacionales se dan cita en estos mágicos jardines para preservar la celebración de la vida y la cultura.
Como no podía ser de otra manera, Rosario Flores ha regresado al Festival Cap Roig para demostrar su duende flamenco. En su séptimo concierto en estos musicales jardines, Rosario ha encandilado a los más de 2.000 asistentes al festival. Desde su último lanzamiento, Te lo digo to’ y no te digo na’, hasta sus temas más clásicos, como Gloria a ti o No dudaría, Rosario encadenó sus canciones
más populares ante un público de lo más entregado.
“Sois vosotros, el público, los que me hacéis artista”, espetó emocionada Rosario Flores sobre el escenario. Los vítores por la rumba catalana estuvieron más que presentes durante el concierto, materializando la hermandad entre Andalucía y Catalunya en varias ocasiones. Y es que Rosario es símbolo de unión, de familia. Su arte cose heridas y levanta el ánimo de unos y otros, celebrando la fiesta del optimismo con cada uno de los versos que entona.
Los asistentes al concierto de Rosario pudieron disfrutar de una copa de Chandon Garden Spritz, una mezcla perfecta de entre Chandon Brut de Argentina y un refinado licor de naranja. Y es que Chandon ha llenado los jardines secretos de Cap Roig de aromas vibrantes, aromas que maridan muy bien la música española y, por ende, con las canciones de la hija de Lola Flores.
Y de Lola a Rosario y de Rosario al mundo. Si algo está claro es que Lola Flores sigue cantando allá donde esté. Quién sabe si ante Nicolai y Dorothy. Quién sabe si en unos jardines secretos como los de Cap Roig. Lo único fehaciente es que la Pena penita pena desaparece cuando damos rienda suelta al espíritu del Queremos marcha, impulsando emociones allá donde se quiera disfrutar de la música con marca España.