Sin Giannis, España se desquita
● Willy Hernangómez coge el timón en ataque para derrotar a Grecia
La selección española de baloncesto se desquitó de la derrota sufrida dos días antes en Atenas y con autoridad se vengó en Madrid en otro amistoso de un combinado griego que acusó, como no podía ser de otra forma, la ausencia por unas molestias en la rodilla de su gran estrella Giannis Antetokounmpo, gran protagonista del primer duelo.
El jugador de los Milwaukee Bucks, colosal en el cara a cara de Atenas, con 31 puntos y 10 rebotes, tuvo que ver desde el banquillo cómo los suyos se resquebrajaban ante una versión de España más entera y ya con Sergio Llull.
De inicio comenzó el choque en igualdad y con protagonismo anotador exclusivo de cuatro jugadores, ya que entre los hermanos Hernangómez, Agravanis y Kostas Antetokounmpo se repartieron los 16 primeros puntos, ocho por bando.
En ese momento, los griegos abrieron la primera brecha con un triple de Calathes, una canasta de Dorsey y un mate de Kostas Antetokounmpo. Esa historia ya la había vivido el cuadro español en el OAKA, pero del error se aprende y la reacción fue rápida y efectiva aupándose en el perímetro.
Dos triples de Rudy Fernández, uno de Juancho Hernangómez y otro de Sergio Llull dibujaron un parcial de 14-4 que permitió a España irse al final del primer cuarto con una ligera ventaja (22-21). No sólo eso, sino que además sentó las bases de una dinámica que siguió de vuelta a la pista, con un 7-0 que encerró cinco puntos de Lorenzo Brown.
Los de Sergio Scariolo se gustaban ante un rival desinflado, que no pinchado. De hecho volvió a su estado sólido a menos de cuatro minutos para el descanso, momento en el que convirtió una desventaja de 13 puntos en otra más asequible de cinco.
No murió ahí la inspiración griega, ya que cuando sólo se habían disputado dos minutos de la segunda parte, España ya iba por detrás en el marcador (45-47). En suma, parón mediante, la racha anotadora había sido de 0-15. Castigo duro para los de casa.
Llegados a ese punto, despertaron de nuevo los locales y entraron en la batalla para volver a aumentar la distancia. Juancho encendió la mecha (65-53).
La diferencia era de seis en el inicio del cuarto definitivo. Pero de ahí se pasó al 77-63. El palo fue demasiado duro para el equipo foráneo. Desquite para España.