A la palanca azulgrana aún le falta engranaje
● El Rayo deja sin gol el estreno de la era Lewandowski en el Barcelona
El nuevo Barcelona de Robert Lewandowski empezó cediendo un empate sin goles ante el Rayo Vallecano, pese a que el conjunto azulgrana mereció la victoria, por juego y ocasiones, sobre todo en la segunda mitad. El nuevo proyecto del conjunto catalán arrancó, por tanto, a medio gas, y no cumplió con las expectativas que había despertado.
Salió el Rayo muy atrevido de inicio, yendo a buscar al Barça arriba, pero con el paso de los minutos se fue acomodando atrás, poco exigido por los azulgranas, que se mostraban cada vez más insistentes en la fase ofensiva, pero faltos de precisión en el último pase y puntería en el remate.
Lewandowski batió a Dimitrievski en el primer balón que tocó como 9, a los 12 minutos, pero había recibido de Dembélé en claro fuera de juego. Fue casi la llegada más clara de los locales en la primera mitad. El Barça no encontraba nunca el hombre libre en los pasillos interiores, y lo intentaba por fuera, buscando con centros a la cabeza de Lewandowski. El ex del Bayern cazó un par de ellos pero remató muy forzado.
El conjunto de Vallecas llegó una sola vez, en el primer acto, a las inmediaciones de Ter Stegen, en una contra en el añadido de Álvaro García, que remató al cuerpo en el mano a mano con el portero alemán.
Pero tuvo la primera tras la reanudación en una acción individual de Camello, que aprovechó una pérdida de la zaga local y, tras protagonizar una jugada individual, picó el balón, que salió rozando el poste.
Ansu y Busquets, con dos remates desde la frontal, obligaban por fin a Dimitrievski a volar al palo izquierdo para evitar el gol. Al Rayo le duraba ya la pelota un suspiro y el Barça empezaba a oler la sangre de su rival. Aubameyang, que salió en la recta final, y Lewandowski, por partida doble, también estuvieron a punto de inaugurar el marcador, y la afición culé, con ilusiones renovadas, hacía rugir el Camp Nou a gritos de “¡Barça, Barça!”. Hernández Hernández le anulaba un gol a Kessie por fuera de juego y otro por el mismo motivo a Falcao, después de que Ter Stegen evitara el tanto de Salvi ya en el descuento. Y el Rayo aguantó el tipo hasta el final ante un Barcelona que ha empezado la era Lewandowski sin gol.