“Es necesario que las niñas sueñen en grande”
–Con película en cartelera pero, espero, de vacaciones...
–Pues sí y no. Estoy en una pedanía pequeña, en Cantabria, preciosa, muy fresquita y disfrutando pero, a la vez, estoy empezando a escribir un proyecto nuevo, también muy bonito, que espero que salga para dentro de un par de años, porque para 2023 ya me han comprado otro.
–¿De qué va?
–El que estoy trabajando ahora va sobre familias de acogida. Surge un poco para apoyar la labor que hacen asociaciones como Vínculos y Márgenes, de la que soy madrina. Y ya he tenido varias reuniones con expertos para hacer el guión lo más certero posible, pero con tono positivo, con optimismo, divertido, con la idea de que quien vaya a ver la película salga del cine pensando que acoger a un niño es un acto que favorece también a la propia familia.
–El tono de comedia abrazando un tema social. Ese parece el camino que quiere para su filmografía...
–Al menos, esa es la intención, lo que no sé es si eso llega o no. Supongo que a medida que vaya madurando como directora mi objetivo estará más conseguido. Ahora, para 2023, si todo sale bien y si al final se acaba financiando
la película del todo, Iñaki Gómez, de la productora Bixagu (La trinchera Infinita,
Handia, Loreak...), me ha comprado una historia de dos hermanos menores de edad sin papeles que son de Malí y conectan con un andaluz, con un chico de Conil pero que vive fuera, un chico sin raíces, sin familia, y cuenta cómo acaban ayudándose los unos a los otros. Es una historia que anima a facilitar la integración de estos menores de edad extranjeros, normalizarla y apoyarla. Es una manera positiva de ver el futuro. Y, bueno, al que no le lleguen esos mensajes de estas historias pues, al menos, espero que les entretengan y les emocionen. Los americanos dicen feel-good movie, una peli de buen rollo.
–Una feel-good movie, desde luego, es Héroes de barrio. Por cierto, ¿le gusta el fútbol?
–Pues me he criado con el fútbol, mi abuelo y mi abuela eran muy aficionados al fútbol, seguidores del Cádiz C. F. allá donde fuera a jugar. Y yo me he pasado toda la infancia montada en la parte de atrás del coche, en la bandeja, ¡fíjate ahora qué locura!, siguiendo al Cádiz. El fútbol es parte de mi infancia, aunque ahora ya no sea tan seguidora. Eso sí, una buena final de competición importante no me la pierdo.
–El hecho de que la protagonista de la película sea una niña no estaba en el primer guión, ¿verdad? –Efectivamente. Es que el guión que me llegó tenía mucho tiempo y estaba muy desactualizado. Era un chico el
En España no se dan grandes presupuestos ni a mujeres como Iciar Bollaín o Isabel Coixet”
protagonista y, bueno, le di un vuelco tremendo. He añadido la carta de los Reyes Magos, el que la madre sea una mujer que trabaja, con aspiraciones; el sueño de la niña de querer jugar en la Selección
Española de Fútbol. Porque creo que es necesario que las niñas sueñen en grande, es la única manera de cambiar el futuro de nuestro país y de sanear la sociedad.
–¿A usted le costó soñar en grande?
–Nunca me ha costado porque he tenido un padre que siempre me hizo creer que yo podía hacer y ser lo que yo quisiera. Mi padre nunca me puso límites, pero es cierto que la mayoría de mujeres de
mi época sí lo tuvieron más complicado.
–Y en el cine, ¿se siguen resistiendo los grandes presupuestos a las mujeres? –Totalmente. Con todo, yo tengo que decir que mi primera película (Salir del ropero) no tenía un low budget para España. Normalmente, las mujeres hacen su primera película con 1 millón de euros, y yo la hice con más. Pero estas películas de más de 5 millones, que ya para nuestro país es un gran presupuesto (lo normal es entre 2 y 3 millones de euros), esas no las conseguimos las mujeres, pero ni una Iciar Bollaín ni una Isabel Coixet, que son ya mujeres con muchos años de cine y que han demostrado internacionalmente que venden y que son buenas. Pero este problema es también un problema internacional. Que Superwoman o Mujercitas sean películas que han costado mucho dinero y que han sido dirigidas por mujeres son casos que reflejan un cambio, pero muy reciente. Lo que sí cuesta todavía mucho vender son historias de mujeres protagonizadas por mujeres.
–Como su primera película –¡Sí! Y más con mujeres de la edad de oro... Eso es más difícil todavía... Ahora me ha hecho una opción de compra José Manuel Lorenzo, un productor de toda la vida, que hace muchas series de televisión
(Monteperdido, por ejemplo), de un guión mío que la protagonista es una mujer que quiere salir de un ambiente muy machista en el que se mueve su familia, que son moteros, y ella quiere competir en motociclismo acrobático.
–Con Héroes de barrio ha rodado por primera vez íntegramente en Andalucía.¿cómo fue la experiencia?
–Pues tengo que decir que Salir del ropero la escribí para rodarla por aquí también, pero el productor era canario y, lógico, se la quiso llevar para allá. Héroes de barrio se ha rodado en Sevilla, en Alcalá de Guadaíra, principalmente, con un equipo andaluz y parece mentira porque llevo trabajando desde 1995 sin parar y es la primera vez que he podido rodar íntegramente aquí. Así que tenía muchas ganas. Ha sido una experiencia muy bonita, muy enriquecedora, muy agradable. Estaba genial lo de irme los fines de semana a mi casa a Conil (ríe). Y lo que espero es que se sigan rodando muchas historias en Andalucía.
–¿Y rodar con Joaquín? –Pues muy fácil. Vino al rodaje con las niñas y su mujer, encantadoras. Es un grande, pero con una gran humildad, que es lo más bonito que hay.*