Robert Gesink luce de rojo
VUELTA A ESPAÑA ● El neerlandés viste el primer maillot de líder en la crono de Utrecht
El veterano corredor neerlandés Robert Gesink fue ayer el encargado de emocionar a la afición de su país estrenando el maillot rojo de la 77 edición de la Vuelta a España tras el triunfo del Jumbo-visma en la contrarreloj por equipos disputada en Utrecht sobre un recorrido de 23,3 km, en la que su compañero esloveno Primoz Roglic empezó con un serio aviso dirigido sus adversarios.
Gesink cruzó la línea de meta en primera posición, una gentileza por parte del equipo de Roglic, quien permitió al neerlandés ser profeta en su tierra. La maquinaria del Jumbo-visma se lució en la llana crono marcando un tiempo insuperable de 24.40 minutos.
El Jumbo, rodando a bloque de manera sincronizada, sin fisuras, aventajó en 13 segundos al Ineos de Richard Carapaz y Carlos Rodríguez, en 14 al Quick Step de Evenepoel y Alaphilippe, en 31 al Bikexchange de Simon Yates y en 33 al UAE de Joao Almeida y el español Juan Ayuso, que disputa su primera Vuelta a España.
En buena línea competitiva, el Bahrain Victorious de Mikel Landa mantuvo el tipo con un noveno puesto a 42 segundos y Movistar, con Enric Mas y Valverde a bordo llegó con las 5 unidades reglamentarias para marcar tiempo, cruzó la línea a 43, con la décima plaza.
Un primer aviso del Jumbo, sobre todo de Primoz Roglic, tocado por la lesión del Tour, pero a la hora de la verdad, a las primeras de cambio, ya tiene referencias sabrosas respecto a sus rivales directos. En la general toma el mando Gesink.
El ambiente fue impresionante en Utrecht en un día histórico para la ciudad, debido a que completó el lanzamiento de las tres grandes, después del Giro en 2010 y el Tour en 2015.
El Burgos BH rompió el hielo desde la rampa de salida de la ciudad neerlandesa a las 18:30, y cada cuatro minutos fueron lanzándose los equipos uno a uno, con sus ambiciones, temores y deseos de gloria. Era la segunda vez que la Vuelta salía de los Países Bajos y la cuarta fuera de sus fronteras, después de Lisboa 1997, Assen 2009 y Nîmes 2017.
El primer tiempo de referencia lo marcó el Bikeexchange de Simon Yates, con 25.11 minutos. Un buen registro para el ganador de la Vuelta 2018, pero aún quedaba lejos la salida de los grandes favoritos. El Ineos presentó candidatura seria con el tren donde viajaban Carapaz, Rodríguez y Sivakov. Superó en 18 segundos al Bikexchange y en 20 al UAE de Almeida y Ayuso.
Había puestas muchas esperanzas en el Quick Step, en el que Evenepoel tenía en mente la camiseta roja de la Vuelta, pero por un solo segundo quedó por detrás del Ineos. Movistar, que había marcado el cuarto mejor registro en el kilómetro 11 fue de más a menos, perdió tres corredores por el camino y, con el quinteto justo para marcar tiempo, se dejó medio minuto respecto a la escuadra británica, que ya se frotaba las manos en la silla caliente.
Restaba por llegar el Jumbovisma. El equipo neerlandés jugaba en casa. Motivación y clase en el equipo de Roglic, ambicioso como siempre, sin dar tregua a los adversario. El Jumbo avisó a mitad de recorrido, la zona más técnica, con el mejor tiempo. Cruzó el kilómetro 11 con 14 segundos sobre el Quick Step y 17 sobre Ineos, diferencia que supo aguantar en la segunda parte, donde había que desplegar la fuerza a fondo. No hubo problema para el grupo de Roglic, un potente equipo blindado, entre otros, con el múltiple campeón de crono Rohan Dennis.
No hubo sorpresas, triunfo para el Jumbo-visma, liderato para Gesink y Roglic como jefe real de la Vuelta en espera de las jornadas llanas en los Países Bajos y el posterior salto a España. El triple ganador de la Vuelta empieza marcando territorio. Es solo el primer aviso, pero cuando habla Roglic, no va en broma.
En el día de mañana, la segunda etapa será en línea con el recorrido llano de 175,1 kilómetros entre Hertogenbosch y Utrecht.