Kiev y Moscú denuncian nuevos ataques ante la llegada de la AIEA
● El equipo de la Agencia Internacional de la Energía Atómica inicia su viaje hacia el sur del país invadido
Ucranianos y rusos se encuentran a la espera de llegada inminente a la central nuclear de Zaporiyia de la misión de expertos de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA), que inició ayer su viaje desde Viena hasta la planta, donde continúan los ataques de artillería, según ambos bandos.
“Ha llegado finalmente el día, la misión de la AIEA está de camino a Zaporiyia”, tuiteó el director general de la agencia, Rafael Grossi, momentos antes de embarcar en la capital austríaca en un avión con el resto del equipo.
Se trata de un grupo de 14 expertos que se encargarán de inspeccionar el estado de la instalación, controlada desde marzo por los rusos pero operada por técnicos ucranianos.
“Debemos proteger la seguridad de Ucrania y de la mayor central de Europa”, agregó Grossi, quien lidera personalmente la misión. El argentino no dio detalles del viaje de los expertos ni sobre la duración de la misión, que, según medios, podría comenzar el 31 de agosto y acabar el 3 de septiembre.
Moscú sugirió ayer la posibilidad de que algunos expertos de la AIEA podrían quedarse en la planta de forma permanente, como solicita el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, a Grossi, aunque se decidirá sobre el terreno.
En las últimas horas, Ucrania y Rusia han denunciado nuevos ataques en la ciudad de Energodar, donde se ubica la central, así como en las localidades adyacentes.
Según Kiev, en los bombardeos rusos han resultado heridas 10 personas, cuatro de ellas trabajadores de la planta, que antes del inicio de los combates representaba una quinta parte de la producción anual de la electricidad de Ucrania y que la semana pasada quedó desconectada temporalmente por primera vez en su historia de la red eléctrica.
La empresa estatal ucraniana de energía atómica, Energoatom, advirtió de que la central opera con el riesgo de violar las normas de seguridad contra incendios y radiación tras el ataque. No obstante, rusos y ucranios aseguraron que los niveles de radiación en el torno siguen dentro de la norma.
Ucrania saludó ayer la pronta llegada de los inspectores de la AIEA a Zaporiyia, algo que Kiev “ha estado solicitando durante mucho tiempo”, según el ministro de Exteriores, Dmytro Kuleba.
Kuleba recordó que los especialistas que viajan a la central “tienen una amplia experiencia en la inspección de plantas de energía nuclear en todo el mundo en las circunstancias más difíciles”. Con todo, consideró que “esta misión será la más difícil en la historia de la AIEA”, dados los combates.
En cuanto a las expectativas de Kiev, precisó que Ucrania espera una condena “clara” de la misión sobre “la violación de todos los protocolos de seguridad nuclear” cometidos por Rusia. “Ha puesto en riesgo no solo a Ucrania, sino al mundo entero por un posible accidente nuclear. La comunidad internacional debe estar unida para demandar la retirada de las tropas rusas del central”, aseveró.
Moscú, a su vez, se mostró dispuesto a garantizar la seguridad de los expertos de la agencia nuclear de la ONU en territorio bajo control de las tropas rusas.
“En lo que respecta al territorio controlado por Rusia se brindará el nivel de seguridad requerido, teniendo en cuenta los riesgos que prevalecen allí y están asociados con los incesantes bombardeos de la parte ucraniana”, dijo el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.
Peskov agregó que los expertos llegarán a la planta “desde una zona controlada por las fuerzas armadas ucranianas”. “Allí, según tenemos entendido, la seguridad correrá a cargo de los ucranianos”, recalcó.
El Ministerio de Exteriores ruso confió en la imparcialidad de la misión. En opinión de la portavoz de Exteriores, María Zajarova, las conclusiones de los expertos, que iniciaron su viaje desde Viena al sur de Ucrania, “deben basarse en su profesionalismo, en lo que verán allí, cómo evaluarán la situación, en función de sus capacidades y su competencia profesional”.
Las autoridades prorrusas de Zaporiyia, también prometieron velar por la seguridad de los inspectores aunque desconfiaron del resultado. “No esperamos grandes resultados (...), pero en todo caso garantizaremos su seguridad y esperamos que su llegada de esperanza a la gente que vive en territorios liberados de que los bombardeos de la central cesarán”, dijo Yevgueni Balitski, líder de la administración impuesta por Rusia.
En el plano militar, el Ejército ucraniano anunció haber comenzado una contraofensiva en “muchos frentes” del sur. “Las fuerzas
Ucrania alerta de que la central opera con el riesgo de violar las normas de seguridad
armadas de Ucrania han lanzado acciones ofensivas en muchos frentes del sur”, afirmó la portavoz de las fuerzas de defensa del sur de Ucrania, Nataliya Humenyuk.
El grupo operativo-táctico Kakhovka del Ejército aseguró que el regimiento 109 de la autoproclamada república prorrusa de Donetsk “se ha retirado de sus posiciones de la región de Jerson y los paracaidistas rusos, que los apoyaban, abandonaron el campo de batalla”. Las autoridades prorrusas rechazaron la información de los ucranianos y la tacharon de “falsa”. “Nadie ataca y nadie se repliega. Es pura fantasía", dijo Kiril Stremoúsov, vicejefe de la Administración Militar-civil de Jersón.