La eficacia de Griezmann
● El francés, discutido por la cláusula que debe pagarle el Atlético al Barça de 40 millones, marca goles decisivos en los ratos que le da Simeone
Puesta en duda su continuidad durante el verano, por los 40 millones de euros que debe pagar el Atlético de Madrid al Barcelona al final de esta temporada si juega 45 minutos en el 50 por ciento de los partidos que esté disponible, Antoine Griezmann ha respondido con eficacia en este inicio de liga, con dos goles en 82 minutos de juego repartidos en tres jornadas, todas como suplente.
El pasado lunes, en Mestalla, su primera intervención en el encuentro definió un partido comprometido, que circulaba entre la posesión del Valencia y las ráfagas ofensivas del Atlético, hasta que lo resolvió con un tiro que tocó en Carlos Soler y que batió a Mamardashvili, que lo paró todo, menos ese disparo desde fuera del área.
“Griezmann está muy bien, está trabajando con mucha ilusión y nos pone muy contentos su presencia en el equipo”, remarcó Diego
Simeone, cuya confianza en el delantero francés es absoluta, más allá de que no lo haya puesto de titular en ninguna de las citas de esta nueva temporada. “Siempre pienso que la calidad de minutos importa más que la cantidad, así que no me altera absolutamente nada el pensamiento que pueden tener todos. Tener a Griezmann disponible es muy satisfactorio para mí”, apuntó el argentino. “Ojalá siga con nosotros”, proclamó.
“Es un jugador de grandísima calidad y jerarquía”, expresó Marcos Llorente sobre el delantero francés, cuyo promedio de minuto-gol en estas primeras tres jornadas sólo lo superan Alejandro Baena (Villarreal), con dos tantos y un promedio de un gol cada 34 minutos, y Gorka Guruzeta (Athletic), con dos dianas y 56 minutos. Griezmann presenta una media de un gol cada 41 minutos.
De delantero, de extremo o de interior, la nueva posición a la que se integra en este curso. “He hablado muchísimo con él. Es un jugador muy completo, que conoce lo que queremos y que ya el año pasado ha jugado algunos espacios de partidos en esa función y que lo vemos adaptable”, valoró Simeone al inicio de esta campaña.
La eficacia goleadora de Griezmann también se traslada a la historia del Atlético. Sus 143 goles lo ponen ya a sólo tres de alcanzar a Francisco Campos, mítico goleador del Atlético entre 1939 y 1948, campeón de las dos primeras Ligas del Atlético Aviación en 1939-40 y 1940-41 y el tercero con más tantos de la historia del club entre todas las competiciones, con 146.
Por delante permanecen aún Adrián Escudero (169) y Luis Aragonés (172), la leyenda y el mejor goleador de los 118 años de existencia de la entidad madrileña, inmóvil ahí desde su retirada en 1974, inalcanzable para todos los futbolistas, aún con una ventaja de 29 goles sobre el internacional francés, que parece el único que puede alcanzarle a día de hoy.
En cualquier caso, en su primera etapa en el club, Griezmann logró esa cifra de 29 goles o la superó en dos de sus cinco cursos, con los 32 tantos que marcó en los 54 choques que disputó en 2015-16, la última vez que el Atlético se presentó en la final de Champions, perdida en San Siro frente al Real Madrid, o con los 29 que sumó en 49 duelos en 2017-18, cuando fue campeón de la Liga Europa.
A su vuelta de Barcelona, firmó ocho tantos en 36 partidos, mermado por la lesión muscular y la posterior recaída que lo mantuvo diez partidos de baja entre el 12 de diciembre y el 16 de febrero. Reapareció con un gol el 6 de enero ante el Majadahonda... Y recayó.
Su continuidad parece ya segura esta campaña. Más allá de ahí aparecen dudas. En condiciones normales, el 8 del Atlético debería jugar al menos 45 minutos en el 50 por ciento de los encuentros que esté o ha estado disponible en los dos años de cesión. En la anterior campaña jugó 45 minutos o más en un 81 por ciento.
En el caso de que el equipo alcanzara el máximo de encuentros esta temporada, 59 (contando liga, toda la Copa del Rey y la Champions hasta la final), y en ellos estuviera disponible en todos, a Griezmann le quedan 18 partidos de más de 45 minutos para activar su continuidad y la opción de compra de 40 millones que deberá pagar el Atlético al Barcelona.