Luque indulta en Palencia a un toro de Cuvillo en la goyesca de homenaje a Celis

● Tanto Morante de la Puebla como Diego Urdiales sumaron un trofeo por coleta

PLAZA DE TOROS DE PALENCIA

GANADERÍA: Toros de Núñez del Cuvillo bien presentados y de juego dispar, de dulce embestida el primero, geniudo el segundo, de gran fondo y transmisión el tercero, descastado el cuarto, manejable el quinto pero sin clase, de excelente condición y fondo el bravo sexto “Juncoso”, herrado con el número 197 e indultado

TOREROS: Morante de la Puebla: estocada caída (oreja); y estocada habilidosa (pitos) Diego Urdiales: estocada delantera (ovación) y estocada tendida (oreja) Daniel Luque: estocada caída (dos orejas) y dos orejas y rabo simbólicas en el toro indultado

INCIDENCIAS: Goyesca en conmemoración del nonagésimo aniversario del nacimiento del diestro palentino Marcos de Celis. Más de dos tercios en tarde de agradable. Destacaron Juan Contreras tanto con capote como en banderillas, brillando también Alberto Zayas y Raúl Caricol.

El toro “Juncoso”, de Núñez del Cuvillo y lidiado en último lugar ayer en Palencia, ha sido indultado por Daniel Luque, máximo triunfador de este segundo festejo de la feria, una goyesca de homenaje a al matador de toros palentino Marcos de Celis.

Además de Luque, que ya había cortado dos orejas en su primero, Morante de la Puebla firmó una gran faena al primero del festejo, del que recibió un trofeo, tarde en la que Diego Urdiales también cortó una oreja.

A cámara lenta, Morante de la

Puebla, toreó a “Cacareo” desde los ayudados de apertura de faena hasta los muletazos a pies juntos del broche, una faena de toreo de compás, armonioso sobre la diestra en perfecta sinfonía con la dulzura de su oponente.

Con el deslucido y desrazado cuarto, decidió abreviar un Morante que fue abroncado por el público.

Pasó las de Caín la cuadrilla de Diego Urdiales en el segundo, un toro con volumen que derribó en varas. El arnedano le dio trato de bueno a “Campanito”, que soltaba la cara como el badajo de una campana, de incierta embestida. Muy por encima, Urdiales trató de limar la aspereza del Cuvillo. Metió la mano con facilidad en la suerte suprema.

Empujó con fijeza el quinto, metiendo los riñones y se agarró bien el picador Manuel Burgos.

Lo fue haciendo Diego Urdiales, abriendo los caminos en la apertura de faena, llevándolo largo aunque no se confió al natural, siempre por fuera. Con un toro manejable pero sin clase, lo intentó sobre la diestra pero con más voluntad que acierto, la labor resultó opaca.

Gran tercio de banderillas protagonizaron Juan Contreras y Alberto Zayas en el tercero, el primero de Luque, quienes se desmonteraron. De excelente fondo resultó “Tortolito”, con ritmo y transmisión en su embestida, con el que Daniel Luque firmó una actuación de auténtica figura del toreo, de mandón. Lo cuajó de principio a fin, desde la apertura sin renuncias a pies juntos hasta las luquecinas finales. Manejó a la perfección tiempos distancias y alturas, en un trasteo rotundo por ambos pitones. No dejó escapar el triunfo con la tizona.

Con el que cerraba función, un castaño con cuajo, que hizo una gran pelea en varas, muy bien lidiado por Juan Contreras, se desmonteraron Raúl Caricol y Alberto Zayas.

A placer, Daniel Luque se mostró muy generoso con “Juncoso”, un astado de excelente condición, con tranco y gran clase en la embestida, yendo a más, muy bravo, al que se dejó venir de lejos, en la larga distancia.

Daniel Luque toreó al ralentí con las yemas de los dedos, ausencia de toques, desmayado al natural. Los pases de pecho resultaron larguísimos, de pitón a rabo para poner la plaza boca abajo, hasta desembocar en el indulto.