SOLO SERÁN UNAS SEMANITAS
● Según el máximo técnico del BCE, no hay motivo para creer que después de la última gran fiesta llega el gran horror
Lane, que apunta como máximo a “unas semanas de recesión” por venir, y descarta una crisis como la financiera de 2008 (financiera y en España). Aquella que dio lugar a una así denominada Gran Recesión, un término acuñado en la zozobra que bien pudiera no fraguar en los libros de historia económica del futuro. El dublinés se posiciona frente a las opiniones masivas y del todo agoreras. Nos agarraremos aquí a una versión actualizada del Mito de Casandra, según el cual se puede ser clarividente –en este verano, clarividente y cenizo–, pero esa visión preclara del futuro solo tiene alguna utilidad si los demás dan credibilidad a la misma. El mensajero puede ser más importante que el mensaje, una máxima que resuena a Mcluhan, aquel que dijo que “el medio es el mensaje”. En este caso, el medio es el jefazo técnico del banco central de la Unión Europea, Lane: el BCE es el mensaje. En sus manos encomendamos nuestro espíritu (el de nuestras deudas y perspectivas personales).
El economista jefe del regulador bancario asegura que no va a ser para tanto
Si se trata de un “Ea, ea, que solo va a doler un poquito y se te pasará pronto”... pues, en fin, ya uno está escaldado de previsiones de Para atrás iremos, sin embargo, según todas las previsiones. Pero será una recesión moderada y pasajera, más corta que la de la pandemia y, por supuesto, que la de la crisis de 2008. Todo ello, sin olvidar la gran máxima que cubre las espaldas de cualquier vaticinio económico (y no solo): “Permaneciendo constante el resto de los factores”. Esto es, y por ejemplo, si la guerra no se extiende, si el gas no paraliza nuestras vidas y se convierte en gas sarín, o si no llega el meteorito o los alienígenas no deciden vengarse de la reedición de la carrera del espacio que de nuevo acometemos los humanos. Permita la broma, por favor. Probablemente usted no está para bromas, y esté temiendo a grandes apagones, o a la voladura de su presupuesto. En este caso, fíese del economista jefe del Banco Central Europeo.