Ferrari y Mercedes, en la casa de Max
GRAN PREMIO DE PAÍSES BAJOS Verstappen sufre una avería en su Red Bull y eso es aprovechado por sus rivales en los libres
Después de las abismales diferencias entre Red Bull con el resto de equipos en las últimas pruebas del Mundial de Fórmula Uno, con tres victorias seguidas del neerlandés Max Verstappen, la dos más recientes con espectaculares remontadas, el primer día del Gran Premio de los Países Bajos
no fue el deseado por el vigente campeón y líder de la categoría reina del automovilismo, algo que aprovecharon Mercedes y Ferrari para mostrarse.
Los de la estrella firmaron un doblete en la sesión matinal al que sucedieron los italianos con otro en la vespertina, en la que Verstappen no pasó de la octava posición, justo por detrás de Fernando Alonso (Alpine).
La jornada comenzó con un mensaje por radio al anfitrión en el que su equipo lo felicitaba por haber sido investido como miembro de Orden de Orange-nassau por la casa real neerlandesa.
Se presumía un día agradable para Verstappen, pero, en la pista, los contratiempos no se hicieron esperar para el piloto que encabeza la clasificación del Mundial con una amplia renta (93 puntos) sobre su compañero de equipo, el mexicano Sergio Pérez.
Tras el dominio en Spa, el campeón había advertido de que Ferrari sería más fuerte en Zandvoort, en la costa del mar del Norte, en un trazado de 4.259 metros con 14 curvas, que implica una de las cargas aerodinámicas más altas de la temporada.
A los diez minutos de la sesión, el Red Bull del campeón lo dejó tirado por problemas con la caja de cambio. La sesión tuvo la primera bandera roja del día (hubo otra por la tarde con una salida de pista del japonés Yuki Tsunoda, de Alpha Tauri) y Verstappen no pudo retomarla.