Europa Sur

“El 95% de mis contratos me salen por las redes”

DANI J

- Juan Antonio Solís

–¿Cómo descubrió la bachata?

–Cantaba en orquestas, lo que llamamos la de los cantantes. Me pidieron que interpreta­ra algo lentito, boleritos y demás, para empezar la noche. Juan Luis Guerra era el referente, y todo el mundo me decía que se me daba bien. Por ahí fue, aunque tenía otras cosas en la mente.

–¿El flamenco también marca de forma indeleble en estos dulces y melosos ritmos caribeños?

–Desde que me crié en mi barrio de Los Pajaritos he ido asimilando lo que he escuchado en mi entorno, flamenco, chachachá... Camarón

era de lo más oído, la copla... Mi abuela por parte de madre servía en la casa de Manolo Caracol, limpiaba, cocinaba... y Caracol al oírla cantar le dijo que esa voz no era normal y la quiso apadrinar, pero ella no quiso por vergüenza. Y ese flamenco lo llevo a mi terreno de alguna manera. De hecho, mi último trabajo se llama La bachata original era con guitarra un poco desafinada, yo la fusiono con pop, flamenco... Le entra más al autóctono.

–Maracas, bongos, marimbas, timbales... palabras que suenan a Cuba, pero también a África. Allí está la raíz de mucha música de hoy.

–Es brutal lo que África nos marca, sobre todo en percusión. La bachata es una fusión del son cubano y el bolero nuestro. La música es universal.

–La música latina cada vez está más presente en nuestra banda sonora.

–Se ha normalizad­o. Pero no sólo por la comunidad hispanoame­ricana. En mis conciertos en España, la mayoría del público es español. En Israel, que estuve hace poco, eran israelíes y en Serbia, de donde vengo, eran serbios.

–El del artista de hoy con sus seguidores es muy intenso con las redes sociales. ¿Cómo lo lleva? –En mi caso es muy cómodo. Los atiendo todo lo que puedo. Hay parejas de baile que mandan vídeos con mis canciones. Se ha creado una comunidad de bachata. Korke y Judith, por ejemplo, es una pareja gaditana que ha creado la bachata

feedback

sensual. La fusión ha creado una comunidad increíble. Otra pareja sevillana, Daniel y Desiré, le han dado un gran impulso fuera del público latino. La comunidad de baile crece. Envían vídeos y los colgamos.

–La interacció­n va mucho más allá de los conciertos, según veo.

–Claro. Actuamos en clubes, salas, hay congresos en los que van bailarines de todo el mundo, la gente toma clases y al mismo tiempo hay conciertos en los que cantamos gente como yo.

–La industria musical ha cambiado de forma radical con ese contacto tan directo con los fans.

–Absolutame­nte. El 95% de contrataci­ones para actuar por el mundo llega de gente que me escribe por las redes. En México me salió una hace dos días, por ejemplo. Aunque no todo es bueno en las redes sociales, que te pueden absorber mucho. Tote King dice una frase que suscribo: “Me estoy perdiendo mi vida por contársela al de enfrente”.

–Hoy, de todas formas, con el acceso tan rápido y barato a todo tipo de música, todo se dispersa. Es un gran peligro para vosotros.

–Es verdad que dependemos de las tendencias, que estas cambian rápido y eso asusta. Se hace cada vez más música y de menos calidad y la música dura poco, tiene una caducidad

La música hoy caduca pronto y el algoritmo para visualizac­iones, como no pagues, te odia”

corta. Te preguntas qué está en tendencia y es complicado. Ciertas redes tienen buenos sistemas, algoritmos que te dan buenas visualizac­iones aunque no seas muy conocido.

–¿Cómo funciona? –Nosotros estamos con la editorial Believe, la mayor de la música independie­nte en el mundo. Y nos va muy bien. El algoritmo, como no pagues, te odia. Si no pagas, es muy complicado tener*

unos cuantos millones de visualizac­iones de los vídeos.

–Tiene 476.187 oyentes mensuales en Spotify. Eso se llama poderío. –Jajajaja. Cada vez más artistas hacen bachata, ahora voy a sacar una junto a Soraya Arnelas, amiga que se dio a conocer en

Pero hay otros géneros que pegan aún más. El bachatero de más éxito ahora mismo es Romeo

–Bueno... Muchos medios top españoles no quieren ni verme, mientras en Chile o Argentina me atienden en lo que aquí sería

Y eso me da cierta pena.

–A ver si también va a acabar empadronad­o en Miami...

–Jajaja, sigo viviendo aquí, en Alcalá de Guadaíra, cerca de Oromana, que es una maravilla. Me encanta Sevilla y me encanta Andalucía y cuanto más viajo, más me gustan. Cádiz y sus playas... El carnaval... La mitad de la chirigota del Bizcocho cantaba conmigo en una comparsa.

 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain