Ortega Cano mantiene el pulso con su esposa
La sanluqueña Ana María Aldón sigue encaminada hacia el divorcio tras ser sorprendida en el plató con una llamada
La vida de José Ortega Cano sigue teniendo turbulencias. Su día a día se mantiene tirante con la prensa y el conflicto más presente que nunca dentro de casa. Su mala relación con su todavía mujer Ana María Aldón está protagonizando horas y horas de tertulias del corazón, situando a Gloria Camila en el centro de la detonación de la pareja. Si bien la hija de Rocío Jurado se encuentra inmersa en las grabaciones del reality que transcurre en Jimena de la Frontera,
Ana María Aldón sigue estando en el ojo de huracán.
La colaboradora de
acudía a este programa y lo que no sabía es que en esa tarde las situaciones la pondrían entre la espada y la pared. José Ortega Cano entró por teléfono. Pese a la tensa situación y tener a su mujer presente en el plató, el torero decidió no dirigir ni una palabra hacia la sanluqueña, agravando aún más los rumores de crisis.
“Me siento ridícula”, espetó en un momento dado Ana María. “En algunas cosas es cosa de dos, pero, en otros, hay demasiada gente”, aseguró la de Sanlúcar, recriminando a su marido la actitud entonada en su intervención. Al parecer, la diseñadora y el diestro siguen sin hablarse, en un conf licto que roza lo surrealista dada
la exposición mediática de ambos. Una guerra abierta sin precedentes en esta relación.
En la intervención telefónica, Ortega Cano ha reconocido que está viviendo una situación complicada con su pareja. “Nos falta comunicación y los dos tenemos la culpa. Es como si no existiéramos”, detalló, añadiendo que “la vida es muy corta, se viven pocos años y tenemos que templar los ánimos”, pidió ante la audiencia.
La influencia de Gloria Camila parece pesar en la mediática pareja
Pese a su visible malestar, el torero mantiene entreabierta la puerta y aseguró que sigue enamorado de Ana María. “Eso lo llevo muy dentro de mí. En algún momento he podido tener deslices con algunas palabras, pero lo que creo es que nos falta comunicación y diálogo”, insistía.
Por su parte, Aldón asegura que son “padres de un niño y tenemos que tomar decisiones nosotros dos, no dieciocho”. La tensión se podía palpar, pero antes de colgar, Ana María quiso señalar algo: “me gusta que hayas entrado en este tono, porque no me gusta verte alterado ni enfadado, y, ni mucho menos, gritando”, cerraba la sanluqueña, dejando al menos un átomo de conciliación.