Europa Sur

“Quintero pasó de los silencios creativos a los defensivos”

JESÚS MELGAR Periodista y productor radiofónic­o

- Francisco Correal

–¿Hoy se siente italiano y musical?

–En el programa de la Ser

El club de la noche entrevisté al grupo asturiano Hoy me siento italiano y musical, que debe el nombre a una película de James Bond. Se ofrecieron a los dos bandos de la Guerra del Golfo en junio de 1990 para cantar por la paz. España ya llevaba a Marta Sánchez, Sadam Hussein les pagó el viaje y yo me fui con ellos como productor musical. Desde un hotel de Bagdad, a orillas del Tigris, mandé la crónica de los primeros bombardeos. Allí estaba Manu Leguineche.

–¿El loco de la colina nace en el diván de un psiquiatra?

– Salía de una gran depresión.

–¿Qué le ha llevado a ser biógrafo de Jesús Quintero?

–Es un libro escrito con mucho cariño, pero no es una hagiografí­a. Me cautivó cuando yo estaba en Ceuta, fui a verlo a la emisora y me convertí en su subdirecto­r.

–¿Cree que se le ha ninguneado?

–Yo me formé en las manifestac­iones del Yanquis go

home, pero tengo que reconocerl­e a ese país cómo saben valorar a sus viejas glorias. La veteranía es un grado y no solamente en la mili.

–Raúl del Pozo escribía los discursos de Suárez y los guiones de Quintero. ¿Hizo la Transición política y la radiofónic­a?

–Con Fernando Ónega, uno de los mejores negros de este país. Como dos pícaros, Raúl y Quintero libraron un duelo simbólico por el amor de Nadiuska.

–Evoca un tiempo en el* que Serrat y Berlanga tenían su programa de radio…

–En España tenemos una deuda con la radio. Fue el medio que hizo posible la transición de una dictadura militar a una democracia plena.

–¿Las dos Españas eran García y Quintero?

–De noche, sin duda. Una colina contra los chupóptero­s.

–En el teatro Quintero nos enteramos del nombramien­to del Papa Francisco…

–Se quedó con las ganas de entrevista­r a Woyjtila. Aunque su gran frustració­n fue no hablar con Fidel.

–Desvela uno de los secretos mejor guardados, la edad de Quintero…

–La vejez ha sido la gran obsesión de Quintero. Sus famosos fulares a lo Isadora Duncan eran en realidad para tapar sus arrugas. La mujer más presumida no tiene tantos potingues como cremas antiarruga­s Quintero.

–Nace en el aniversari­o de la muerte de Lorca. ¿A él también lo han querido fusilar metafórica­mente?

–Le han salido muchos detractore­s e imitadores.

–Pero la patente de los silencios es suya.

–Quintero ha pasado de los silencios creativos a los silencios defensivos.

–Descubre América sin salir de Huelva…

– Como Juan Ramón Jiménez, paisano de su madre. En Argentina logró la máxima audiencia en una emisora que no oía casi nadie.

–La pregunta del Quijote: ¿loco o cuerdo?

–Más cuerdo de lo que parece. Lleva un dandi dentro. Cuando da el pregón del Carnaval de Cádiz, llega en una ambulancia y cuando lo sacan los dos enfermeros, el Beni y Josele, iba disfrazado de lord Byron.

–Llevó el neorrealis­mo italiano a la radio y la televisión…

–Pero no con actores, sino con personajes reales. Personajes quinterian­os, como los felliniano­s, que después Sardá se encargaba de ridiculiza­r y denigrar.

–¿La última que vez que coincidió con él?

–En Bajo de Guía. Tenía un proyecto de programa con mi compadre Carlos Herrera.

Decía que él se sentía árabe y se había encontrado con un productor fenicio.

–Quintero y Herrera.

Huelva y Almería. Vaya cóctel…

–Los dos primeros que descentral­izan la radio en España para hacerla desde Sevilla.

–Viajó con él al penal del Dueso para entrevista­r a Rafi Escobedo. ¿Fue la crónica de una muerte anunciada?

–Apareció muerto tres días después de la entrevista. Todavía no se sabe si se suicidó o lo suicidaron. Decía que la charla con Jesús era su única esperanza. Eso nos marcó personal y profesiona­lmente.

–¿Se lo imagina rompiendo su silencio para entrevista­r a Pedro Sánchez?

–La verdad es que no.

–Quintero llega a la colina en el 82. El año que gana las elecciones Felipe González.

–Felipe recitó poemas chinos en su programa.

–¿Alguien supera lo de Silvio: “la música es el silencio bien cortado”?

–Es que además de rockero era un filósofo.

–Del Beni dice Quintero que era el Vittorio Gassman del flamenco.

–Son entrevista­s únicas. Me molestó mucho que Alsina, arropado en su liderazgo radiofónic­o, hiciera leña del árbol caído.

–Cuando entrevista al Cojo Manteca, ¿no se acerca a La parada de los monstruos, la película de Tad Browning?

– Quintero es el introducto­r del friquismo. Nadie había llevado a un plató a los ángeles rotos, ángeles caídos.

–¿España es el país donde la desmitific­ación es un deporte nacional?

–De la desmitific­ación, la envidia y el cainismo.

España tiene una deuda con la radio, fue el medio que hizo la Transición “

 ?? MG ??
MG

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain