El tiempo se agota para la industria
● Antonio Moreno dejó claro en la presentación del informe de la AGI que de los avances que se ejecuten dependerá el futuro de las empresas de la comarca
LAS cifras son engañosas o, cuanto menos, ofrecen una visión parcial de la realidad. Una media verdad, que diría alguno. Sobre el papel y en términos globales, las quince grandes empresas pertenecientes a la Asociación de Grandes Industrias (AGI) del Campo de Gibraltar obtuvieron en 2021 unos ingresos de 10.113 millones de euros (cuestión aparte fueron sus beneficios) y emplearon a 9.600 trabajadores, un 6,4% más respecto al ejercicio anterior. Estos resultados, desvelados el pasado viernes en la presentación de la memoria anual de la AGI con la presencia del presidente de la Junta,
hacen ver a primera vista que el sector goza de buena salud tras superar la zozobra de los últimos años y que afronta el futuro con optimismo. Puro espejismo.
Hubo que esperar solo unos minutos para conocer otro perfil, expuesto sin medias tintas por Antonio Moreno, ex director de Acerinox –un personaje de los tiempos en los que los directores de las fábricas marcaban época– y a quien ahora el cargo de presidente de honor de la AGI se le queda chico. Jubilado y con la experiencia y la libertad que otorgan los años, fue concluyente: “Tenemos la sensación de que el tiempo se nos agota”. Escuchándole, imposible no recordar a Bauman y su “modernidad líquida”, definición de una época, la contemporánea, en la que nada es estático, donde los planes mutan antes siquiera de activarse, donde una pandemia, una guerra, una crisis energética a escala continental y un crecimiento incontrolable de la inflación han dado un vuelco al ecosistema en el vivíamos hasta anteayer.
Sin prisas, de forma casi pedagógica, Moreno desgranó algunos de los muchos problemas que afrontan las industrias de la comarca: la burocracia, la parálisis o lentitud de algunas administraciones a la hora de apoyar a las empresas frente a la competencia, las carencias en infraestructuras del transporte, la escasez de mano de obra cualificada o el empeño de algunos por convertir el Campo de Gibraltar en un parque temático o en un inmenso geriátrico para jubilados llegados de media Europa, sin tener en cuenta necesidades básicas como el abastecimiento de agua.
El 35% de las operaciones que se realizan en el Puerto de Algeciras vienen derivadas de las industrias que, a su vez, exportan más del 70% de su producción. ¿Qué pasos se han dado para acompasar las limitaciones a las emisiones de los buques a la modernización de la flota de portacontenedores? ¿Vamos a verlos atracar impasibles en Tángermed, donde la contaminación atmosférica es una cuestión sin importancia? ¿Para cuándo la modernización total (con doble vía y electrificados) de los 67 km de la Algeciras-bobadilla? ¿Estará antes de que se haga realidad el eje ferroviario Lisboa-valencia? ¿Para cuándo el desdoble de la A-7 entre Algeciras y Vejer?
Los tiempos presentes, además de líquidos, arrebatan hojas al calendario de forma acelerada. “No dudéis en darnos el coñazo”, fue la respuesta espontánea y sincera de Juanma Moreno a los empresarios presentes en el acto, a quienes animó a trasladar a la Junta de Andalucía sus demandas, sus quejas y sus propuestas. Toca actuar. De los avances que se ejecuten en los años venideros dependerá el futuro de la industria del Campo de Gibraltar. En definitiva, de la prosperidad de la comarca.
En esta época, en la que nada es estático, los planes mutan antes siquiera de activarse