Más derechos para pocos contratos
● Las trabajadoras del hogar podrán empezar a cotizar por desempleo a partir del mes de octubre ● En Cádiz sigue siendo un sector precario en el que trabajar por horas y sin contrato legal es muy habitual
“Se ofrece chica de 39 años con mucha experiencia para servicio doméstico desde 8 euros la hora”. Así se anuncia Susana en una conocida página de ofertas de empleo. Es vecina de La Isla y la falta de un empleo más estable le ha llevado a encaminar su vida laboral a “las casas que me van saliendo”. “¿Un qué?”, responde sonriendo a la pregunta de si tiene o ha tenido alguna vez un contrato laboral como empleada de hogar. “Jamás. Fíjate que cobro entre 8 y 10 euros la hora y ya cuesta que te lo paguen, como para que me hagan un seguro”, lamenta.
Susana es una de las mujeres que ha celebrado la nueva Ley que garantiza el subsidio por desempleo de las empleadas del hogar. Cree que era un paso muy necesario para acabar con la discriminación que existía en el sector, aunque cree que “poca gente se va a beneficiar de ello”.
Ella es consciente de que alrededor del 40% de las personas que trabajan en este sector lo hacen fuera de la Ley, sin contratos ni controles. “De hecho, te diría que por lo que veo en mi entorno el porcentaje ese se queda muy corto”, asegura.
Ahora, el Consejo de Ministros ha equiparado, a través de un Real Decreto-ley, las condiciones de las empleadas del hogar a las del resto de trabajadores, una reivindicación histórica de las plataformas de ese colectivo. El texto acaba con la discriminación que sufrían y asegura una adecuada valoración del trabajo de un colectivo, en el que más de un tercio superan los 55 años, un 44% son extranjeras y más de la mitad desempeñan ese trabajo a tiempo parcial.
Los datos oficiales dicen que en la provincia de Cádiz había 4.018 personas afiliadas al régimen especial de empleadas del hogar de la Seguridad Social en el mes de agosto de este año. Son datos que van en aumento y que demuestran que se avanza, aunque muy lentamente, en la garantía de derechos del colectivo de trabajadoras y en la lucha contra la precariedad, el fraude y la economía sumergida que siempre ha caracterizado a este sector.
Ese incremento paulatino de empleadas de hogar a la Seguridad Social lo han percibido también en la Asesoría Macarro, en Puerto Real. Ángeles Espinosa, graduada social, explica que cada vez son más las familias que acuden a buscar información sobre los pasos a seguir en este tipo de contrataciones.
“Hay mucho desconocimiento. Aquí, además de la información que precisan nos encargamos de la gestión para que todo esté en orden”, explica. “Ahora hay una mayor conciencia de la obligación que existe de dar cobertura a estas empleadas. No solo por un tema de justicia social con las trabajadoras, sino porque, de no hacerlo, se estaría cometiendo
En la provincia de Cádiz hay poco más de 4.000 empleadas del hogar dadas de alta
una infracción. Las empleadas de hogar son trabajadoras y, como tal, deben formar parte del sistema de la Seguridad Social”, recalca.
Así lo ha hecho Carmen, vecina de Puerto Real. El próximo lunes, cuando arranque el curso escolar, activará el contrato de la empleada de hogar que la ayuda con su hija. Tiene un contrato parcial durante la mañana, que firmó con la chica en el mismo momento en el que empezó en su casa. “No teníamos dudas de que íbamos a hacer las cosas bien. Es una persona que, como yo, está trabajando y, además, está con mi hija, por lo que queríamos tener esa seguridad”, explica.
Dejó ese trabajo en manos de una asesoría, que es la que se encarga de la gestión, elabora las nóminas y ha establecido el salario según el convenio del sector. Reconoce que cuando habla con gente de su entorno aún hay quien le dice que elimine el contrato y que lo que gasta en el papeleo y seguros sociales se lo dé a la chica, pero nunca ha accedido. “La primera sorprendida cuando hablamos del contrato fue la propia trabajadora, porque nunca había tenido uno por ese trabajo. De hecho, ella trabaja con otra familia por las tardes y no lo tiene, pero yo ahí no entro”, dice.
Carmen celebra que se avance en los derechos de las trabajadoras, aunque teme que en algunos casos se les pueda volver en contra y se opte por la economía sumergida “porque hay gente muy pirata”. Ahora, con el nuevo decreto en vigor, debe firmar un contrato indefinido con su empleada y asumir un pequeño aumento para las cotizaciones. “Yo por eso no tengo problemas, pero estaría bien poder hacer un contrato fijo discontinuo, como tienen muchos sectores, ya que nosotros en las vacaciones esco