Europa Sur

Margarita Robles se deja querer

-

cráticamen­te elegido para elegir a otros jueces? ¿Los que se amotinan y desafían la ley? Este atrinchera­miento ideológico de algunos miembros del Consejo deja los argumentos del PP como propuesta de saldo. Una baratija. Están convirtien­do esa posibilida­d en un sistema falible y contaminad­o en origen. La UE ya ha reclamado a España que desbloquee los órganos judiciales conforme a las leyes vigentes –obviamente no podía decir otra cosa– y que después proceda a acercar su sistema al que rige mayoritari­amente en Europa y en el que los jueces tienen más peso en la elección de sus colegas. El PP recuerda que la UE insta a cambiar el sistema, pero desoye la primera parte: que primero se desbloquee el órgano con la ley actual. Ignoro cómo serán los jueces europeos, pero con algunos que estamos viendo en España es para pensárselo dos veces.

¿DA IGUAL QUIÉN JUZGA SEGÚN QUÉ CASOS?

La Justicia va a salir muy mal de esta crisis. Ya lleva plomo en las alas, pero el daño es tan profundo que quizás sea catártico. Veremos. Funcionalm­ente, esta anomalía mantiene decenas de vacantes sin cubrir y un retraso monumental en muchas sentencias. Pero lo que es realmente preocupant­e es que hemos asumido con naturalida­d el lenguaje político para hablar de la Justicia. Ya nadie duda de que el órgano de gobierno se mueve por bloques, por banderías ideológica­s. ¿No debería darnos igual qué juez juzga un caso, igual que debería darnos igual que nos opere un cirujano u otro? Después de este espectácul­o bochornoso será difícil recuperar la confianza en la Justicia a según qué niveles.

Han saltado por los aires las garantías que establecen la Constituci­ón y las leyes para garantizar la independen­cia de la justicia. Se ha socavado la distancia necesaria para que el poder judicial ponga coto a los otros poderes. Y se han arrojado serias dudas sobre la imparciali­dad de muchos juzgadores.

Muchos jueces que echan más horas que un reloj en juzgados de toda España estarán asistiendo atónitos a este espectácul­o muy propio del Madrid político. Mientras, el presidente del Consejo y del TS, Carlos Lesmes, amenaza con dimitir. Debió hacerlo hace cuatro años. Por lo visto el límite de su dignidad y su ética venía con una prórroga de cuatro años. Para unos, Lesmes es un héroe al estilo de Zola en su Para otros, un traidor que está negociando a hurtadilla­s la presidenci­a del TC. De ésta no sale nadie bien parado. Una desgracia que nos aleja de la idea de nación moderna que anhelamos.

La segunda noticia de la semana es el fin de una discrimina­ción histórica: las empleadas de hogar (el 95% son mujeres) van a tener derecho a cobrar paro una vez que dejen de trabajar, gozarán de la misma protección legal que el resto de trabajador­es, el Fogasa asumirá las indemnizac­iones en los casos de insolvenci­a

La ministra de defensa, Margarita Robles, ha recriminad­o a su compañera de Gabinete Yolanda Díaz, de UP, que se meta donde no la llaman. Lo dijo respecto a la iniciativa

por parte de los contratado­res y los despidos tendrán que estar justificad­os. Este colectivo ha sufrido como pocos la injusticia de no haber sido considerad­o seriamente como un empleo homologabl­e. Sin contratos, sin derechos, ni indemnizac­ión ni paro. En febrero el Tribunal de Justicia de la UE estableció que las empleadas domésticas españolas estaban sometidas de Díaz de poner un tope al precio de los alimentos básicos. Dice Robles que no concibe “que entre en lo que no le correspond­e” y que quiera “patrimonia­lizar la idea de que está con los más vulnerable­s”. Le debe correspond­er tan poco esa iniciativa a Díaz como a Robles decirle a otra ministra que no le correspond­e liderar esa iniciativa. Robles tiene su público y a él se debe. Sabe que cada vez que arremete contra todo lo que suene a Podemos sube su cotización entre los más moderados del PSOE y entre los ciudadanos y los medios conservado­res. La clá es la clá.

a un régimen discrimina­torio contrario a la directiva sobre igualdad en materia de seguridad social. A partir de ahí había poco margen para no corregir la situación. Aun así, los sindicatos calculan que hay al menos 200.000 empleadas de hogar trabajando sin contrato. Sigue habiendo tajo. Y en cualquier caso esta reforma debería abrir también una reflexión colectiva

sobre el papel, la relevancia y la considerac­ión social de estas trabajador­as.

OTOÑOS, PATRIARCAS Y ELECCIONES

El senador peronista argentino Antonio Cafiero acuñó una frase ingeniosa para caracteriz­ar al presidente Fernando de la Rúa, de bien ganada fama de soporífero: “No hay nada más aburrido que un domingo de lluvia, sin fútbol y con De la Rúa como presidente”. Podríamos parafrasea­rlo: no hay nada más aburrido que un debate en el Senado entre un presidente del Gobierno y un líder de la oposición sin intención alguna de entenderse en nada. Pedro Sánchez fue más explicativ­o, con un contenido geopolític­o y se centró en dos cosas: en explicar las medidas para combatir la emergencia energética y en tratar de abrir vías de agua en la credibilid­ad del líder de la oposición. Feijóo fue directo al estado general de cosas, buscando el hueco de los libros de texto y las cosas de la cotidianei­dad, y exhibió la portada de un plan energético que al día siguiente aún no se había hecho carne. Es bueno que la política vuelva a las institucio­nes con la presencia del presidente del Gobierno, quien, en cualquier caso, ha debido tomar nota de que tiene enfrente a un rival más bragado, con los codos afilados, más presidenci­able y con más credibilid­ad que su antecesor. Por lo demás, el tufo electoral se coló en la cámara alta y allí va a seguir hasta que concluya este ciclo legislativ­o.

 ?? JUANJO MARTÍN / EFE ?? Pedro Sánchez y Nadia Calviño escuchan a Alberto Núñez Feijóo en el Senado.
JUANJO MARTÍN / EFE Pedro Sánchez y Nadia Calviño escuchan a Alberto Núñez Feijóo en el Senado.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain