Los Reyes eméritos asistirán al funeral
Don Juna Carlos y doña Sofía también asistirán, al igual que los reyes, al funeral de la reina Isabel II de Inglaterra el próximo lunes en Londres, según han informado fuentes de Casa Real.
Zarzuela ya confirmó ayer que los reyes han aceptado la invitación y ahora precisa que don Juan Carlos y doña Sofía han comunicado a la Casa del Rey “su intención de atender la invitación cursada”.
La Casa del Rey recibió este domingo, vía la Embajada española en Londres, la invitación cursada a través del Foreign Office para Felipe VI y la reina Letizia, así como para don Juan Carlos y doña Sofía, y había precisado que era “decisión personal” de ambos el asistir.
Según la Casa del Rey, la familia real británica ha invitado a los jefes de Estado y sus consortes, así como a los antiguos jefes de Estado y su pareja en el caso de España, Bélgica, Países Bajos y Dinamarca, país este último en el que se ha invitado al príncipe heredero.
El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, dijo el viernes que una vez se recibieran las invitaciones el Gobierno decidiría junto con Casa Real "la mejor representación" para el funeral, al tiempo que defendió que el actual jefe de Estado es don Felipe y que éste, igual que su padre, mantiene parentesco con Isabel II y con el nuevo rey Carlos III.
Así pues, Don Felipe coincidirá por primera vez de nuevo con su padre tras la reunión que ambos mantuvieron el pasado 23 de mayo en el Palacio de la Zarzuela como broche final a su visita de cuatro días a España, la primera desde que se trasladó a vivir a Emiratos Árabes Unidos en agosto de 2020.
Además, se da la circunstancia de que el anterior monarca tiene una causa pendiente con la Justicia británica. A mediados de julio, el Tribunal de Apelaciones de Reino Unido decidió permitir al emérito que recurra la decisión inicial de un juez de no reconocerle inmunidad alguna frente a la demanda presentada por su ex amiga íntima Corinna Larsen por acoso.
Don Felipe mantenía una estrecha relación con Isabel II, a la que cariñosamente llamaba tía Lilibeth, como hacen el resto de miembros de la familia real británica.